Comunidad oaxaqueña retiene a elementos de la Guardia Nacional y policías

Dentro de los retenidos están cuatro elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones
Dentro de los retenidos están cuatro elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones
Retención de elementos de seguridadDentro de los retenidos están cuatro elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones
Cuartoscuro
Alfonso Cruz/Corresponsal
2021-07-14 |20:50 Hrs.Actualización20:50 Hrs.

Unos 20 elementos de la Guardia Nacional, así como 10 policías estatales y 14 elementos de la Fiscalía de la entidad están retenidos por habitantes de la comunidad de Santiago Textitlán, en la Sierra Sur.

Los pobladores, quienes mantienen cerrados los accesos a la comunidad, presionan así al estado para que cumpla con acuerdos firmados por la Secretaría General de Gobierno tras hechos violentos ocurridos en diciembre, que dejaron dos fallecidos y viviendas quemadas.

Incluso afirman que no abrirán hasta que las autoridades garanticen, entre otras cosas, la aplicación de órdenes de aprehensión en contra de los responsables de los asesinatos y la quema de domicilios.

Dentro de los retenidos están cuatro elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (ARI), cinco Agentes del Ministerio Público y cinco peritos, quien habían acompañado a elementos de las fuerzas de seguridad para realizar inspecciones y diligencias pendientes en la zona donde ocurrieron los hechos.

Los hechos derivan de un añejo conflicto territorial entre Santiago Textitlán y Santiago Xochiltepec, y cuya violencia ha escalado.

Entre ambas comunidades existe la disputa de tierras y conflictos por la exigencia de la entrega de los recursos de los ramos 28 y 33, partidas federales para gasto corriente, servicios y obra pública que la autoridad se niega a realizar a favor de sus gobernados.

En mayo tras una incursión de habitantes de Xochiltepec a Textitlán, se reportó la quema de dos patrullas y un módulo de la policía estatal, además de un ataque armado a policías estatales que afortunadamente no dejó víctimas fatales.

En diciembre, el conflicto territorial se reavivó y ambas comunidades se acusaron mutuamente de contar con armamento y atacar a balazos a sus vecinos, generándose un enfrentamiento que dejó como saldo dos personas muertas, así como decenas de familias cuyas viviendas fueron saqueadas e incendiadas para luego ser desplazadas de la agencia de Río Santiago Textitlán.