CUERNAVACA, Morelos.- A solicitud de la Fiscalía Anticorrupción, una jueza declaró sustraído a la acción de la justicia a Alejandro Vera Jiménez, exrector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), al no presentarse a la audiencia en la que sería imputado por peculado.
Debido a que el abogado del exrector de la UAEM no pudo justificar la inasistencia a la audiencia programada para este martes, en la Ciudad Judicial de Atlacholoaya, una jueza lo declaró sustraído a la acción de la justicia e instruyó a la Fiscalía Anticorrupción corroborar su domicilio para ordenar su comparecencia por la fuerza pública.
Mientras estuvo al frente de la UAEM, Vera Jiménez comprometió presuntamente 450 millones de pesos de la máxima casa de estudios de Morelos, recursos del subsidio otorgado por el Gobierno de Morelos a la universidad, ya que los utilizaron como garantía del crédito con Banco Interacciones, pese a que estaban destinados a la política salarial, plazas de nueva creación, carrera docente, gastos de operación, desarrollo de programas y proyectos de docencia, investigación y difusión de la cultura, así como los apoyos administrativos necesarios para la prestación del servicio educativo.
Cristhian Fragoso, asesor jurídico del exacadémico, dijo a El Financiero que todo se debió a un error de los abogados que representan a Alejandro Vera, pues no se le notificó con tiempo sobre la audiencia que se llevaría a cabo este día.
“Efectivamente es correcta la información (de la Fiscalía Anticorrupción), ya que desafortunadamente no pudo comparecer a la audiencia del día de hoy, ya que no pudimos notificarle de la audiencia, sin embargo se va a señalar una nueva fecha en la cual estaremos viendo la posibilidad de que ya comparezca y quedaría sin efecto la determinación de la juez”, explicó el penalista.
Asimismo, mencionó que no ha perdido contacto con Alejandro Vera y que sigue en Morelos.
Al exrector también se le investiga por el desvío de recursos de la extinta Secretaría de Desarrollo Social, hoy Bienestar Social, dentro de la llamada “Estafa Maestra”, durante la gestión de Rosario Robles en la dependencia.