Al menos 450 personas de Guanajuato fueron víctimas de un fraude con la promesa de una visa de trabajo en Canadá.
Cada uno de los afectados pagó 5 mil pesos que presuntamente incluía el costo de la visa de trabajo, un seguro de vida y el hospedaje en un hotel para la cita de la visa en la Embajada de Canadá en la Ciudad de México.
Además, a los defraudados les pidieron entregar documentos originales como el pasaporte. Las autoridades estiman que el fraude podría alcanzar los 2.2 millones de pesos.
Los afectados son habitantes de los municipios de Abasolo, Pénjamo y Huanímaro. Y fueron reclutados en la oficina de la Unión Campesina Democrática (UCD) en el municipio de Abasolo, con la promesa de llevarlos a trabajar a Canadá.
El dirigente estatal de la UCD, Francisco Escobar Osornio, identificó a los responsables del fraude como Miguel Ángel León y una mujer de nombre Josefina, de la que dijo desconocer sus apellidos.
El dirigente ucedista aseguró que Miguel Ángel León sí pertenecía a la organización, pero cuando se enteraron que estaba haciendo mal uso del nombre de la UCD lo separaron.
Durante la mañana y tarde de este miércoles, el grupo de personas que fueron defraudadas acudió al Ministerio Público para presentar la denuncia penal por este delito y los que resulten.
El dirigente de la UCD informó que, como organización, también presentará una denuncia penal contra las dos personas que cometieron el fraude, y la presentarán ante la Fiscalía General del Estado, pero también ante la Fiscalía General de la República, pues de acuerdo a lo que han logrado indagar, este fraude no sólo se cometió en Guanajuato, sino en varios estados del país.
Francisco Escobar pidió a la ciudadanía denunciar directamente a las personas que realizaron el fraude pues esto podría ayudar más a agilizar las investigaciones, además exigió a las autoridades a que no den carpetazo a las denuncias presentadas por las víctimas.
Este miércoles, la oficina de la UCD en Abasolo, donde reclutaron a las víctimas del fraude masivo, amaneció cerrada y el inmueble quedó desalojado. Los defraudadores huyeron.
Los vidrios de la puerta principal quedaron destruidos y se observaban algunas sillas, una cortina y papeles colgados en la pared que estaban quemados.
