En 2024, la mayor sequía en la historia del Estado de México

El lugar, ubicado en Aculco, dejó de ser un atractivo para el turismo, afectando a los lugareños
El lugar, ubicado en Aculco, dejó de ser un atractivo para el turismo, afectando a los lugareños
Cascada La Concepción.El lugar, ubicado en Aculco, dejó de ser un atractivo para el turismo, afectando a los lugareños
Ricardo Guadarrama
Ricardo Guadarrama / Corresponsal
2024-06-24 |07:00 Hrs.Actualización07:00 Hrs.

ESTADO DE MÉXICO.- El informe del Monitor de Sequía de México consultado por Nación321.com indica que, entre los meses de abril y mayo pasados, los 125 municipios que conforman esta entidad federativa ya contaban con algún grado de sequía, llámese sequía moderada, sequía severa, sequía extrema o sequía excepcional.

En esta última intensidad de sequía estaban Polotitlán, Jilotepec y Aculco, ubicados al norte de la entidad, lo que no se presentó el año pasado y, los restantes 122 municipios ya tenían sequía en algún grado.

El informe revela que, de este último universo, 89 tenían aridez severa, 19 sequía extrema y 14 aridez moderada.

Con la primera intensidad de sequía se pierden los cultivos y pastizales, se eleva el riesgo de incendios forestales y escasea el agua.

En la segunda se dañan los pastizales y cultivos, también hay riesgos de incendios forestales y escasea el agua y en la tercera intensidad de sequía también se afectan los cultivos y pastos, hay elevados riesgos de incendios forestales, bajan los niveles de los ríos, arroyos, embalses, abrevaderos y pozos.

Es de recordar que al mes de abril del 2023, el Estado de México solo llegó a tener 95 municipios en algún grado de aridez y de éstos, 89 registraron sequía moderada y seis sequía severa, de acuerdo a informes del Monitor de Sequía de México, pero ninguno en sequía extrema o excepcional, como ocurrió en la pasada temporada de estiaje de este 2024.

La sequía registrada en el Estado de México por falta de lluvias, no solo ha perjudicado a las presas que conforman el Sistema Cutzamala, como la presa Miguel Alemán, en Valle de Bravo; la de Villa Victoria, en este municipio mexiquense, y la de El Bosque, en Michoacán, pues el problema también se registra en la cascada de La Concepción, ubicada en la comunidad de San Lucas, municipio de Aculco y en el embalse Huapango, que está entre los municipios de Acambay y Jilotepec, al norte del Edomex, y a pocos kilómetros de Querétaro.

La cascada de La Concepción, en la que incluso se llegaron a grabar hace años spot para una empresa automotriz estadounidense, quedó reducida a un estanque de agua verdosa y maloliente.

Entre los ríos que se fueron secando poco después de la pandemia de COVID-19, está el Ñadó, otro que atraviesa Aculco y uno más que emerge de las peñas de la zona indígena Otomí.

En entrevista, Rosa Retana Romualdo, quien vende dulces a los turistas que solían visitar la cascada de La Concepción, indicó que, entre los meses de febrero y marzo pasados, en temporada de estiaje, la cascada se fue secando, pues ya no hubo escurrimientos naturales que la alimentaran.

La señora Rosa dijo sentir mucha “tristeza, porque sino hay agua no tenemos turistas para vender un dulce y ganarnos el pan de cada día. A lo mejor algún día no vamos a ver ni árboles, ¿de qué vamos a vivir?, si es una fuente de ingresos, porque de aquí llevamos para comer a la casa. La gente sí está viniendo, pero entran y preguntan si hay agua y si no hay agua agarran y se van, y ya no vendemos nada".

Soledad Moreno, turista de la zona, compartió que lleva más de 20 años visitando la cascada de La Concepción y jamas la había visto seca.

"Sí, es preocupante ver que todo está seco, nada más hay agua encharcada. Yo personalmente me siento preocupada, yo soy maestra y esto para mi es como un signo de alerta y, como turista, sí me sentí, ¿que pasó con toda el agua?, ¿a dónde se fue?, ¿qué estamos haciendo con ella?, pero más como turista como persona estoy preocupada, ¿qué estamos haciendo en el mundo para que esto esté ocurriendo?.

"Nunca se había quedado sin agua este lugar, tengo más de 20 años viniendo y es la primera vez que vemos la cascada así y se ve triste”, exclamó la turista, quien estaba acostumbrada a descender entre las peñas desbordantes de agua y escuchar el ruido que provoca el agua al chocar con las enormes rocas del lugar.

La hermana de la maestra, Ximena Zarahí Moreno, indicó que ambas caminaron cierta distancia hallando seca toda la zona por donde corría agua.

“Nos fuimos hasta allá a caminar y hay caminos secos, sin agua, nada más con agua estancada. Es triste, bastante triste y decepcionante, porque te das cuenta que, entre más pasan los años ya no encuentres nada, ya todo sea tierra y pura hoja seca”.

Bajo el embalse de Huapango, en los límites con Querétaro.

Esta presa que está en el territorio de Acambay, es la tercera más importante del Estado de México y en sus tiempos bondadosos surtía sin problema del recurso natural a Acambay, Aculco, Timilpan, Polotitlán y Jilotepec.

Este cuerpo de agua que hace un quinquenio llego a tener hasta 21.9%, de acuerdo a la medición del Almacenamiento de Agua en Presas de Uso Agrícola, ahora, en mayo pasado, este porcentaje descendió al 2 puntos porcentuales.

En un recorrido realizado por su cordillera, es notorio que el agua se alejó al menos 30 metros, por lo que, la superficie a pleno rayo de sol luce resquebrajada porque ya no hay agua.

En su gran extensión, solo se deja ver poco ganado que pasta y bebe agua a la orilla y algunas aves migratorias aún sobreviven en lo que queda de su hábitat natural, mientras que, en algunos domicilios cercanos a la presa de Huapango, sus “ollas” de agua se han secado y solo se dejan ver las mangueras o tubos de plástico que conducían el vital líquido desde el embalse a las casas-habitación.

¿Sopa de nopal para el ganado?

Esta región de Aculco se caracteriza por su producción de leche y quesos, por lo que también esta industria se ha afectado, ya que escasea la avena y maíz por la falta de lluvia y “que es lo consume el ganado para poder producir la leche y poder generar el queso”, sostuvo Eugenia Rojano, Secretaria del Campo en el Estado de México.

La funcionaria dijo que, ante falta de alimento para los bovinos, ahora los lugareños les dan sopa de nopal a los animales, “se combina con otras cosas, se hace una sopa, se revuelve y se combina con parte del alimento y eso se les da de comer a los animales”.