El pasado miércoles, el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino , fue víctima de la inseguridad. Luego de un asalto, criticó la estrategia de seguridad en la entidad y afirmó que es "muy complicado dar abrazos" mientras se sufre un atraco.
Durante su viaje en la autopista Orizaba-Puebla, el pasado miércoles, el obispo vio cómo se detuvo el flujo del tráfico a la altura de la zona conocida como Las Cumbres de Maltrata, donde un grupo de personas se acercó al vehículo en el que circulaba.
De acuerdo con las declaraciones del líder religioso, fue despojado de su insignia episcopal por unas personas que las personas que se encontraban armadas, y que lo agredieron verbalmente a él y a sus compañeros de viaje.
Pidió a las autoridades que "hagan su tarea" de resguardar a los ciudadanos e indicó que se requiere de una "organización seria, se necesitan estrategias más adecuadas para la seguridad".
Afirmó que "es muy complicado dar abrazos cuando te tienen con los brazos levantados en un acto de violencia, no pude bajar las manos en ese momento para dar un abrazo".