Gustavo Alarcón Herrera rindió protesta como alcalde del municipio de Chilpancingo, Guerrero, en sustitución de Alejandro Arcos Catalán, quien fue asesinado el pasado fin de semana.
A cinco días del crimen que sigue siendo investigado, Alarcón Herrera acudió al Congreso del estado para asumir su nuevo cargo, en reemplazo de Arcos Catalán, quien había llegado al cargo postulado por el PRD-PRI-PAN.
El cuerpo del político perredista fue decapitado, y abandonado en el interior de una camioneta blanca, a unos metros del libramiento a Tixtla, mientras que su extremidad superior, fue encontrada en el cofre de la unidad.
"TENGO MIEDO"
Previo a tomar protesta, Alarcón Herrera confesó temer por la encomienda: “Sí tengo miedo, pero en honor a Alejandro Arcos voy a asumir el encargo”, aseguró y pidió garantías de seguridad con elementos federales y el refuerzo de la vigilancia en el municipio.
Alarcón Herrera mencionó que, de asumir el cargo, va a requerir la colaboración de "todos", para dar seguimiento al sueño y al proyecto de Alejandro Arcos, “que era lograr la pacificación de Chilpancingo”.
Reiteró que, por las condiciones en las que recibiría la administración municipal, tiene miedo, “es un sentimiento humano”, pero que asumirá el cargo por el "afecto y cariño" al alcalde asesinado, pues en vida “compartimos sueños e ideales para Chilpancingo, cuyos principios, "nos unió en el pasado proceso electoral".
Consideró que lo primordial para esta capital, además del tema de seguridad, es atender a los damnificados del huracán John, que devastó a 50 colonias.