El dirigente del Partido Encuentro Social (PES) Hugo Éric Flores Cervantes anunció su rompimiento con el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, al que culpó del fracaso de esta fuerza política en la entidad, al tratar de imponer, dijo, a su hermano Ulises Bravo en la dirigencia estatal.
“Para mí siempre fue claro que a Cuauhtémoc Blanco siempre le estorbábamos, pues tuvimos nulo apoyo de su parte en la elección del 2021, tenía tiempo pensando en irse a Morena o en cualquier otro partido que respaldara sus aspiraciones políticas”, expresó.
Señaló que de la ambición de Blanco Bravo y la misma traición del exdiputado federal, Jorge Argüelles, por dirigir el partido, causó un desastre en el 2021 en Cuernavaca, en donde ganó con una amplia diferencia de votos, el candidato del PAN-PSD, José Luis Urióstegui Salgado.
Si bien no presentó pruebas de las acusaciones contra el mandatario, aseguró que sus palabras podrán ser utilizadas por la Fiscalía General de la República para iniciarle una investigación al jefe del Ejecutivo, al tiempo de asegurar que funcionarios (ya despedidos) estaban involucrados con la delincuencia organizada.
Hugo Éric Flores señaló que durante el tiempo que estuvo al frente de la delegación de Bienestar Social, se mantuvo con perfil bajo para evitar incomodar al mandatario morelense, como ocurrió en otras entidades con los súper delegados.
Sin embargo, aseguró que le consta que Cuauhtémoc Blanco ha incurrido en corrupción y hechos ilícitos en su gobierno y constantemente culpa a sus rivales políticos de “los malos resultados y el desastre”. Entre sus adversarios está el exgobernador, Graco Ramírez; al fiscal, Uriel Carmona; al exsenador Rabindranaht Salazar, al exsecretario de gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas y a Hugo Flores Cervantes, a quienes ha acusado de entorpecer su trabajo como gobernador.
El titular del PES destacó qué hubo corrupción en la adquisición de un hospital inflable para la pandemia por COVID-19; así como en la compra de medicamentos, pero refirió no tener las pruebas de lo que él pudo observar.
“Vengo en un ejercicio de honestidad personal, de conciencia que pueda contribuir al acuerdo político, pero sobre todo a la paz social (...) la semilla de ingratitud a quienes lo llevamos al cargo de gobierno dio su fruto y el fruto de su traición".
Hugo Éric Flores dijo que le consta que todas las reuniones de trabajo del gobernador terminan en “borracheras” que se extienden hasta altas horas de la noche y aseguró que a las que él asistía, se retiraba temprano.
“Todos estos ataques se generaron desde la residencia oficial, en este lugar, donde generalmente alcoholizado y en medio de juergas y borracheras disfrazadas de reuniones de trabajo, Cuauhtémoc Blanco toma sus decisiones y planea sus ataques políticos (...) quienes podemos estar cerca de él podemos testificar su arrogancia, sus arrebatos al momento de tomar decisiones de gobierno”.
Tras ser cuestionado sobre su enriquecimiento ilícito y la adquisición de dos mansiones una en Cuernavaca y otra en Acapulco, Hugo Éric Flores aceptó que al llegar a Morelos, adquirió una residencia en la zona exclusiva de Cuernavaca, es decir, en el fraccionamiento Tabachines, en donde las casas rebasan los 10 millones de pesos.
Asimismo dijo estar dispuesto a exhibir su declaración patrimonial, así como el manejo de las prerrogativas del partido y a que sea revisada la vivienda que habitó mientras estuvo en la delegación de Bienestar y como dirigente del PES.