El cardenal y obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel, enfatizó que la Iglesia Católica no pacta con los cárteles del crimen organizado y que él sí ha tenido entrevistas con líderes locales de la delincuencia organizada en el sur del Estado de México.
Lo anterior, dijo, con la intención de convencerlos a que cambien de vida y respeten a las personas y sus bienes, además, para pedirles que ya no generen más violencia.
Explicó que lo único que les interesa a los “cabecillas” del crimen es dominar territorios y obtener cada vez más dinero, dejando a un lado la importancia de su vida, la de sus familias y su religión.
“Los obispos intentamos hablar con estos líderes porque no podemos quedarnos sólo en quejas y lamentos contra el gobierno, que no ha logrado pacificar al país", explicó.
El religioso subrayó que "la intención no es hacer pactos de conveniencia personal, sino tratar de hacerles ver (a los delincuentes), la necesidad de cambiar de vida, de respetar personas y bienes de la gente y no generar más inseguridad".