Con dinero de la “nómina secreta” del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, se habría financiado la campaña de la actual senadora priista Beatriz Paredes Rangel, cuando esta contendió como candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, de acuerdo con el Ministerio Público.
Durante la audiencia de formulación de cargos en contra de la alcaldesa con licencia María Eugenia Campos y candidata del PAN por la gubernatura de Chihuahua, el Ministerio Público detalló que también fueron beneficiados clérigos, periodistas, organizaciones políticas y particulares.
Al dar lectura a la versión de uno de los testigos en el caso, el Ministerio Público dio a conocer que en 2012 Duarte ordenó desviar dinero para el financiamiento de campañas electorales para candidatos del Estado de México, CDMX, Michoacán, Baja California Sur y Sonora.
En el caso de la campaña por la capital del país, uno de los enlaces para la entrega del recurso fue Raúl Jabalera Leal, quien durante el sexenio duartista ocupó diversos cargos.
Fue en su etapa como presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento cuando hizo dos entregas: una por 7 millones de pesos y una más por 2.5 millones de pesos para financiar a Paredes Rangel.
Posteriormente fungió como operador el diputado federal priista Carlos Hermosillo Arteaga, quien perdiera la vida en un accidente automovilístico en marzo de 2017. De acuerdo con la parte acusadora, habría entregado 10 millones de pesos para la campaña de la ahora legisladora.
Según consta en el expediente, en la lista de beneficiarios figuran también obispos chihuahuenses; la actual candidata del PRI a la gubernatura de Chihuahua, Graciela Ortiz; así como la exdiputada federal por el PRD Hortensia Aragón, entre otros.