Pese a que esta semana fue desaforado por el Congreso de la Unión, el fiscal estatal de Morelos, Uriel Carmona, se encuentra en su oficina y trabajando. Así lo explicó este viernes 15 de diciembre tras aclarar que no renunciará a su cargo, pues su principal objetivo es dejar limpio su nombre y el de su familia.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, el funcionario morelense descartó dejar su puesto, a pesar de la presión de las autoridades federales, además de confiar en que las acusaciones en su contra se esclarecerán.
“No tengo pensado dimitir del cargo, es precisamente que he soportado esta presión porque quiero dejar mi nombre limpio y el de mis hijos, en algún punto imperará la razón y esto se irá aclarando”, sostuvo.
También argumentó que continúa como fiscal porque así lo ordenó el Congreso estatal este jueves: “Sería impensable, sería aberrante una violación a la Constitución de ese tamaño, por eso estamos trabajando, así es como decidió la legislatura estatal en plenas facultades constitucionales, entonces estamos trabajando para cumplir con la responsabilidad que tenemos con ellos”.
