El exgobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, permanecerá en prisión hasta que se defina si es vinculado o no a proceso por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Por otra parte, Lidy Alejandra Sandoval, su hija, quedó en libertad bajo caución tras cubrir una garantía de un millón y medio de pesos, además de que deberá portar un brazalete electrónico.
Ambos fueron detenidos la madrugada del domingo en Linares, Nuevo León, tras una persecución de ocho meses por cinco entidades del país.
Durante las investigaciones y operativos para capturarlos por parte de la Fiscalía General de la República, Coordinación Nacional Antisecuestro, Secretaría de la Defensa Nacional y la Fiscalía de Nayarit se detectaron al menos 40 domicilios que pudieron haber utilizado para evadir a la justicia.
En el caso del político priista, un juez le dictó prisión preventiva justificada, por lo que se encuentra interno en el penal federal de El Rincón, en Tepic.
No consiguió la medida cautelar de libertad bajo caución porque se considera que existe “riesgo fundado de fuga”.
La defensa solicitó duplicidad de término constitucional para que se resuelva su situación jurídica respecto a la acusación de lavado de dinero que hizo la Fiscalía General con base en sus investigación y en informes de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda.
Sandoval enfrenta además otras órdenes de aprehensión por parte de la Fiscalía General de Justicia de Nayarit. Fue detenido tras 8 meses de estar prófugo.