Hay una frase muy popular que dice "los bienes son para arreglar los males" y no podría tener más sentido a la hora de ver la falta de dinero para enfrentar las deudas que se acumularon tras las fiestas decembrinas, que en conjunto dan lugar a la temida "cuesta de enero".
Por fortuna de muchos mexicanos que pasan por esta situación, existen varias alternativas para conseguir recursos e ir despejando el panorama financiero personal o del hogar.
No todo es solicitar un crédito a un banco, pues se puede hacer uso de artículos como joyas, electrodomésticos y otros objetos de valor para obtener dinero a través de una casa de empeño y recuperarlos en un futuro.
Según el estudio "El mercado de préstamos prendarios en México: Quién lo usa, cuánto cuesta y qué tanta competencia hay" de Pablo Cotler, investigador de la Universidad Iberoamericana, en el país cerca de 13 millones de personas recurren a los empeños cada año, por un monto promedio de mil 600 pesos. La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (Amespre) proyectó que este año subirá esta actividad entre febrero y marzo.
Si se planea recurrir a las casas de empeño, hay elementos que se deben tomar en cuenta para evitar caer en malas prácticas. Lo primero que se tiene que saber es que casi cualquier artículo se puede empeñar, desde cámaras, televisiones, videojuegos, línea blanca, artículos de cocina o del hogar, incluso automóviles. Todo depende de la necesidad de financiamiento que se requiera.
La Amespre indicó que alrededor del 76% de los productos que empeñan los mexicanos son computadoras, pantallas, aparatos eléctricos, electrodomésticos, herramientas, joyas e instrumentos musicales.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) brindó una serie de consejos básicos para que el empeño no se vuelva una pesadilla.
Recomendó comparar al menos tres establecimientos y decidir por el que preste más dinero por las prendas que se dejen.
Ya decidido el primer punto, es fundamental que se considere la tasa de interés anualizada, pues algunas casas de empeño la pueden manejar de forma mensual, porque resulta menos impactante ver un interés de 10% mensual que de 120% en el año, señaló la autoridad.
El paso siguiente es consultar el porcentaje de avalúo, es decir, el valor de la prenda a empeñar que determinan los expertos de la institución elegida. Según la Condusef normalmente varía entre 25% y 45%, pero incluso se puede encontrar en 85%. Aquí de nuevo es importante comparar negocios y elegir el que más convenga.
Otro aspecto que se tiene que considerar a la hora de empeñar es el Costo Anual Total (CAT), el indicador que integra la tasa de interés, comisiones, avalúo, gastos de almacenaje, entre otros. "Utiliza este indicador como un primer filtro para hacer tu elección", recomendó la Condusef.
"Pregunta sobre la demasía, que es la cantidad que puede dar la casa de empeño en caso de que no logres recuperar tu prenda empeñada. Pregunta a cuántos refrendos (renovaciones de contrato) tienes derecho y la extensión del plazo establecido en el contrato para recuperar tus pertenencias", apuntó el organismo.
No hay que olvidar despejar todas las dudas para no tener sorpresas al final del contrato, sobre todo tomar unos minutos para leerlo y que no se puedan recuperar los artículos empeñados. Que la urgencia de liquidez no haga que se tomen malas decisiones financieras.