México tiene amortiguadores financieros bien construidos para enfrentar volatilidad ante la amenaza de aranceles de Donald Trump, afirmó Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, este lunes 3 de febrero.
El Gobierno tiene acceso a una liquidez por 274 mil millones de dólares, gracias a las reservas internacionales de México por 230 mil millones de dólares; acceso a líneas de crédito con el Fondo Monetario Internacional de 35 mil millones de dólares y de una línea de swap de 9 mil millones de dólares con el Tesoro de EU, detalló.
“México está bien posicionado para enfrentar con éxito los desafíos globales actuales y futuros”, enfatizó en una llamada con inversionistas y analistas que se dio antes de que la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la pausa en los aranceles de 25% a México.
Ramírez de la O añadió que también se dispone de un fondo de estabilización fiscal se ha fortalecido y capitalizado en más de 100 mil millones de pesos para 2025.
“Esto proporciona al Gobierno una capacidad adicional para absorber los shocks financieros sin socavar nuestro marco fiscal de largo plazo”, recalcó.
El secretario de Hacienda remarcó que la administración de Claudia Sheinbaum (que recibió cuatro condiciones para parar los aranceles) tomó medidas proactivas para proteger a México de riesgos clave, incluidas las tasas de interés volátiles; el tipo de cambio; las fluctuaciones, y los movimientos de precios.
“Hoy quiero explicar por qué México sigue siendo no sólo resiliente, sino también un destino estratégico y confiable para la inversión”, añadió en una presentación en la cual no hubo preguntas y respuestas.
Detalló que las reservas internacionales de México cubren cuatro meses y medio de importaciones, lo que proporciona una primera línea de defensa segura contra choques externos, asegurando estabilidad en tiempos de volatilidad y niveles extremos de reservas por los posibles aranceles a México.
El sistema bancario de México sigue siendo sólido, con una suficiencia de capital del 19.4%, por encima de los índices de referencia internacionales, apuntó.
Las tasas de morosidad son bajas, de 2.1%, y los bancos dependen principalmente de los depósitos de los clientes en lugar de pedir préstamos en los mercados de capital, lo que minimiza la exposición al riesgo, remarcó el secretario de Hacienda.