El mundo entero se encuentra a la expectativa de lo que pueda suceder luego de los aranceles que ha impuesto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, medidas que afectan a múltiples países, pero sobre todo con los que tienen acuerdos comerciales y más cercanía, tal es el caso de México y Canadá.

Pero esto no es nuevo, la relación comercial entre ambas naciones ha estado marcada por episodios de tensión en los que el gobierno estadounidense ha impuesto aranceles a productos mexicanos, utilizando el comercio como un instrumento de presión política y económica.
Actualmente, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta un nuevo desafío tras la decisión de Donald Trump de reactivar tarifas del 25% a las exportaciones mexicanas y canadienses. En respuesta, Sheinbaum ha anunciado la aplicación de medidas arancelarias y no arancelarias, cuyos detalles se darán a conocer el próximo 9 de marzo en el Zócalo de la Ciudad de México.
A lo largo de la historia nacional reciente, diversos presidentes han enfrentado situaciones similares, cada uno con su propia estrategia de defensa, aquí, en Nación321 te contamos cómo actuaron ante estas medidas.
MIGUEL DE LA MADRID, ARANCELES AL ACERO Y ELECTRÓNICA
En 1986, el gobierno de Ronald Reagan impuso aranceles a varios productos mexicanos, en particular al acero y a los productos electrónicos. Esta medida fue parte de una estrategia proteccionista en un contexto de crisis económica global y creciente competencia de países emergentes.
México, que ya enfrentaba una grave crisis debido a la caída de los precios del petróleo y una deuda externa abrumadora, se vio afectado por la reducción de sus exportaciones a su principal socio comercial.
Ante esta situación, el gobierno de Miguel de la Madrid optó por acelerar la apertura de la economía mexicana. En ese mismo año, México ingresó al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), dando inicio a un proceso de liberalización económica que transformaría el modelo de desarrollo del país. Si bien la imposición de aranceles afectó a la industria nacional, también empujó a México a modernizar su economía y a prepararse para una mayor competencia global.
ATÚN Y PRODUCTOS AGRÍCOLAS, ARANCELES CON SALINAS DE GORTARI
En 1991, el gobierno de George H.W. Bush impuso restricciones a la importación de atún mexicano, argumentando que las técnicas de pesca empleadas por la flota mexicana ponían en peligro a los delfines.
Esta justificación, que sirvió para favorecer a la industria pesquera estadounidense, generó un conflicto comercial que escaló hasta el GATT, donde México obtuvo un fallo favorable. Sin embargo, Estados Unidos se negó a acatar la resolución y mantuvo las restricciones.
Dos años después, en 1993, EU impuso barreras arancelarias a productos agrícolas mexicanos, lo que reforzó la necesidad de establecer un acuerdo comercial sólido entre ambas naciones.
La respuesta de Salinas de Gortari fue impulsar la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor en 1994. Este tratado estableció mecanismos formales de resolución de disputas y garantizó una mayor estabilidad en la relación comercial entre los tres países de Norteamérica.
FOX: ARANCELES AL ACERO Y LA INTERVENCIÓN DE LA OMC
Durante la presidencia de Vicente Fox, en 2002, el gobierno de George W. Bush aplicó aranceles a las importaciones de acero provenientes de México y otros países, con tasas que oscilaban entre el 8% y el 30%.
Esta medida buscaba proteger a la industria siderúrgica estadounidense, pero afectó gravemente a las exportaciones mexicanas de acero, generando una fuerte preocupación en el sector industrial.
La estrategia de México fue llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), al tiempo que impuso aranceles de represalia a productos estadounidenses.
La presión de varios países afectados y el fallo de la OMC en contra de EU llevaron a que en 2003 Washington retirara los aranceles. Este episodio mostró el poder de los mecanismos multilaterales para la resolución de disputas comerciales y consolidó la capacidad de México para defender sus intereses en el comercio global.
ARANCELES AL ACERO, ALUMINIO Y AZÚCAR Y LA RESPUESTA DE PEÑA NIETO
En 2018, bajo la administración de Donald Trump, EU impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio provenientes de México y otros países, justificándolos como una medida de “seguridad nacional”.
Aunque la razón oficial fue la protección de la industria estadounidense, en la práctica, esta medida formó parte de la política comercial agresiva de Trump.
El gobierno de Peña Nieto respondió con aranceles a productos estadounidenses como manzanas, carne de cerdo y whisky. Las negociaciones continuaron hasta que, en 2019, con la llegada del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se logró la eliminación de estas tarifas, restaurando el libre comercio entre los países.
Este no fue el único choque entre el mandatario mexicano y el estadounidense, pues cuando EU mandó tropas a la frontera y lanzó injurias contra el pueblo de México, Peña Nieto salió a dar un contundente mensaje para defender la dignidad del país.
LA AMENAZA DE TRUMP A AMLO Y LOS ARANCELES
En mayo de 2019, Donald Trump amenazó con imponer aranceles escalonados del 5% hasta el 25% a todas las importaciones mexicanas si el gobierno de AMLO no tomaba medidas para frenar la migración ilegal.

Trump utilizó el comercio como herramienta de presión política, lo que generó incertidumbre en los mercados y preocupación en la industria mexicana.
AMLO envió una delegación encabezada por el canciller Marcelo Ebrard a Washington, logrando un acuerdo en el que México se comprometió a reforzar el control migratorio mediante el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur. Como resultado, Trump retiró la amenaza de aranceles, aunque la relación comercial entre ambos países quedó marcada por constantes tensiones políticas.
EL DESAFÍO DE SHEINBAUM Y LOS ARANCELES
Ahora, Claudia Sheinbaum enfrenta su propio reto en materia comercial con EU La reactivación de los aranceles por parte de Trump supone un golpe para la economía mexicana, pero el gobierno ya ha anunciado represalias. La respuesta que dé la mandataria podría marcar el rumbo de la relación comercial en los próximos años.