AIFA falla por trabajadores no calificados y opacidad; señala auditoría

El análisis fue realizado por el Órgano Interno de Control
El análisis fue realizado por el Órgano Interno de Control
AIFAEl análisis fue realizado por el Órgano Interno de Control
Cuartoscuro
Aldo Munguía
2023-08-01 |10:21 Hrs.Actualización10:19 Hrs.

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) no solo no ha podido alcanzar los niveles de pasajeros presupuestados para su primer año de operaciones, sino que enfrenta problemas en su estructura organizacional que favorecen los conflictos de interés, la rotación de personal militar en varios puestos, en casos, con trabajadores que permanecen apenas un día en sus posiciones, así como el hecho de que cerca de 20% de sus empleados carecen de las calificaciones necesarias para ser parte de la empresa del Estado.

De acuerdo con la auditoría al desempeño 1/2023, practicada por el Órgano Interno de Control (OIC) del puerto aéreo consultada por El Financiero, y que tuvo como objetivo examinar el cumplimiento del objetivo 6.1 del AIFA, que establece que su infraestructura debe “contribuir al desarrollo de la industria aeroportuaria del país a través de la eficiente y eficaz administración de los recursos humanos, materiales, financieros y de tecnologías de la información”, de las nueve irregularidades encontradas, solo una fue solventada.

El rubro en donde la Secretaría de la Función Pública emitió el mayor número de recomendaciones al desempeño fue el de la separación-disposición de servidores públicos en materia de entrega-recepción.

Las mejores prácticas en la administración pública establecen que las dependencias deben tener un manual que establezca cuáles son los puestos que deben someterse a un proceso de entrega-recepción, sobre todo, por los recursos presupuestales que manejan, así como las responsabilidades involucradas. El AIFA, aunque está catalogado como un puerto aéreo civil-militar, pertenece al rubro de “Seguridad Nacional” según la propia SFP.

“Lo que ocurre es que los trabajadores no están sujetos a normas claras y hay huecos legales que favorecen la impunidad. Para que esto no se repita, se debe realizar un seguimiento y ver si el aeropuerto cubre las irregularidades detectadas”, refirió Fernando Gómez Suarez, analista independiente del sector aéreo.

Bajo ese rubro, el OIC halló que el ‘Felipe Ángeles’ carece del instrumento para determinar cuáles son los servidores obligados a cumplir con el proceso de entrega-recepción, lo que ha desembocado en que 16 cargos con nivel de director, subdirector y gerentes no están sujetos a las disposiciones correspondientes. “Siendo que por la importancia de sus funciones estarían obligados a la rendición de cuentas”, refiere la auditoría.

Además, la auditoría relata que, dada esta deficiencia, el AIFA no pudo mostrar evidencia documental de los actos de entrega-recepción de cuatro funcionarios que ocupaban cargos con obligación de cumplir esa responsabilidad. Cabe señalar que dos de los colaboradores que no entregaron esta documentación fungían como subdirector de recursos financieros, mismos que fueron dados de baja en un periodo de cinco meses: el primero, Eusebio Romero, que salió del AIFA el 14 de marzo del año pasado, y Teódulo Ramírez, que fue dado de baja el 6 de julio del mismo año.

Además, el aeropuerto carece de las mejores prácticas para la contratación y de una revisión formal sobre los posibles conflictos de interés que puedan tener lugar dentro de la estructura del AIFA.

La auditoría que comprende la evaluación al 2022 señaló irregularidades en el ascenso del personal, así como de un posible conflicto de interés. Se trata de uno de los gerentes de investigación de mercado del AIFA, que tiene “un grado de parentesco por consanguinidad grado 1 con un servidor público que se desempeñó como directivo” del aeropuerto. Aunque el gerente dio a conocer que tenía el parentesco, lo cierto es que éste escaló, de gestor de contratos a gerencia, pasando por coordinador de área, y en donde formalizó seis contratos.

La revisión del OIC agrega que el director del AIFA tenía entre sus funciones la promoción de los trabajadores en diferentes puestos. Además, cuando la SFP solicitó al aeropuerto presentara los documentos que avalaban el ascenso del gerente de investigación de mercado, éste no pudo comprobarlo.

“No se localizaron las evidencias de desempeño necesarias que permitieran mostrar los resultados alcanzados durante los puestos ocupados, los procedimientos aplicados para su ascenso y promoción (…) ni el manifiesto por el cual se indicará que con el cargo de Gerente existiera o no existe situación que pudiera generar conflicto de intereses”, refiere el documento de 45 páginas.

Asimismo, el análisis reveló que de una muestra de 198 expedientes de trabajadores, de los 790 de la plantilla, al menos 27 servidores públicos no reunían la descripción y perfil de los puestos que desempeñaban. En algunos expedientes, se detalla, la falta de los perfiles de los puestos hizo imposible saber si los empleados cumplen con los requisitos necesarios para realizar la tarea para la cual fueron contratados; en otros, los niveles de estudios dejan duda sobre si los empleados cumplen con los requisitos necesarios.

Para Carlos Torres, analista del sector aeronáutico, el alto nivel de rotación observado en la auditoría no forma parte del estándar de los aeropuertos, en donde el personal técnico suele mantenerse en sus posiciones durante periodos largos debido al nivel de especialización que se requiere.

“Las áreas de seguridad y de operaciones son las más importantes, deben ser los más preparados, por eso las empresas, aerolíneas como aeropuertos, tienen programas de carrera y capacitación que son recurrentes”, refirió el experto.

La autoridad pidió que se instrumenten las acciones necesarias para que 31 servidores públicos que no cumplen con los perfiles de puesto, desarrollen las competencias, conocimientos, habilidades y destrezas que les permitan desempeñar de forma eficiente los puestos asignados.