El Consejo General de Salubridad dio a conocer la Guía de Bioética para la asignación de recursos de medicina crítica. En este documento se detalla cómo tiene que actuar el personal médico en casos de tener pacientes graves con COVID-19.
El objetivo de esta guía es atender al mayor número de pacientes y salvar el mayor número de vidas; sin embargo, existen una serie de consideraciones que los médicos deben seguir a la hora de decidir su actuación frente a una emergencia.
La guía entra en acción solo si la capacidad existente de cuidados críticos está sobrepasada, o está cerca de ser sobrepasada, y no es posible referir pacientes que necesitan de cuidados críticos a otros servicios de salud donde puedan ser atendidos de manera adecuada.
Debido a que se espera una falta de recursos, por ejemplo, ventiladores, los médicos debe saber cómo elegir al paciente que utilice este insumo, en pocas palabras deciden quién sobrevivirá a la emergencia.
Aunque en condiciones normales existen tres principios básicos como el de inclusión social, necesidad médica u hora de llegada, durante una emergencia sanitaria se utilizará el principio de vidas-por-completarse, el cual da prioridad a la persona que tenga mucho más que perder si muere.
"Cuando sólo tenemos un ventilador y hay dos pacientes,un paciente A de 80 años y un paciente B de 20 años. Supongamos que si paciente A recibe el ventilador, vivirá siete años más y si paciente B recibe el ventilador, vivirá 65 años más".
Esto escandalizó en redes sociales debido a que se percibe como una manera de dejar morir a las personas de la tercera edad, tal como lo expresó el analista político Sergio Aguayo.
La 4T no se preparó para la emergencia. Me importa como ciudadano y por estar en el grupo con reservación en el corredor de la muerte. Tengo 72 y si enfermo no me darán un ventilador. Los pocos irán a los más jóvenes. La 3a edad es desechable, por eso me indigna tanto su desorden pic.twitter.com/36C3spXsmZ
— Sergio Aguayo (@sergioaguayo) April 13, 2020
Sin embargo, la guía justifica este principio argumentando que el sistema de salud deben priorizar a las personas que aún tienen más etapas por vivir.
"Podría parecer injustamente discriminatorio hacia los adultos mayores, pero esto no es así. Y para entender por qué, se tendrá que remontar a la pregunta: por qué la muerte es mala para nosotros. La respuesta a esta pregunta es que la muerte es mala para nosotros porque nos priva de oportunidades valiosas futuras (…) Por lo tanto, un sistema de asignación de recursos escasos que favorece salvar la mayor cantidad vidas-por-completarse es un sistema que prioriza a aquellos que por lo general perderían más si murieran”, se lee en el documento.
En los pacientes con alguna enfermedad crónica, también se deberá decidir por el paciente que tarde menor tiempo posible en recuperare, pues esto deja libre el equipo para atender a un mayor número de personas.
Finalmente, en una emergencia sanitaria, el personal médico también puede elegir el principio del azar para evitar que consideraciones impertinentes entren en juego. Este principio puede ser utilizado si los pacientes están en una misma situación de edad y el principio de vidas por completarse no resuelve el problema.
