CARTA ÍNTEGRA: Ministra Margarita Ríos Farjart presenta su renuncia a la SCJN

La ministra optó por renunciar a los haberes del retiro a los que tiene derecho
La ministra optó por renunciar a los haberes del retiro a los que tiene derecho
Decisión de la ministra.La ministra optó por renunciar a los haberes del retiro a los que tiene derecho
Cuartoscuro
Nación321
2024-10-30 |14:31 Hrs.Actualización14:30 Hrs.

La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Margarita Ríos Farjat, presentó su renuncia ante el Senado de la República, misma que, según el escrito, será válida a partir del 21 de agosto de 2025. 

Te dejamos la carta íntegra de la ministra: 

AL SENADO DE LA REPÚBLICA, respetuosamente.

El régimen transitorio de la reforma constitucional del 15 de septiembre de 2024 nos requiere renunciar con efectos al año entrante y clarificar si participaremos en la elección judicial o si declinamos. Respondo cumplidamente a tal requerimiento, sin que implique una convalidación tácita a un conjunto normativo que se encuentra controvertido.

Cuando rendí protesta como Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación juré desempeñar leal y patrióticamente el cargo, y guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión.

Hacer guardar la Constitución, a lo que me he entregado devotamente, implica preservar su esencia republicana de sano equilibrio y separación de poderes autónomos entre sí, dando cauce a las transformaciones sociales en un marco de respeto a los derechos humanos y a las distintas formas de pensamiento, sin por ello dejar de expresar el pensamiento propio.

Protesté mi cargo dentro de un sistema judicial que preveía determinadas garantías de estabilidad e inamovilidad, inspiradas en procurar a la sociedad una justicia imparcial e independiente como parte de sus derechos humanos. 

Así, el artículo 96 constitucional establecía que quienes integramos la Corte tendríamos una encomienda por quince años, que sólo podríamos ser removidos por juicio político y que al terminar el periodo se tendría derecho a un haber por retiro. Sin embargo, en septiembre de este año se publicó una reforma que impacta en el núcleo del sistema judicial y además en las condiciones del cargo conferido: 

"Las Ministras y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que concluyan su encargo por no postularse o por no haber sido electos en la elección extraordinaria del año 2025, no serán beneficiarios de un haber por retiro, salvo cuando presenten su renuncia al cargo antes de la fecha de cierre de la convocatoria [...] misma que tendrá efectos al 31 de agosto de 2025" (artículo séptimo transitorio de la reforma de septiembre de 2024).

La reforma impone una disyuntiva que considero impropia: que se presente una renuncia pero se permanezca en el cargo por unos meses más, a fin de preservar derechos; o permanecer en el cargo por esos meses más, sin renunciar a este, pero sí a lo que se tiene derecho. 

Si de cualquier manera se ha limitado sin reparo la duración de nuestra encomienda al 31 de agosto de 2025, esa disyuntiva es, por decir lo menos, extraña. Entonces, dado que de todas formas seguiré desempeñando fielmente mi encargo hasta esa fecha, presento mi renuncia, efectiva al 31 de agosto de 2025 y en los términos del citado artículo séptimo transitorio, como una forma de rechazo a estas condiciones.

Sin embargo, para mantener mi espacio de dignidad y libertad personal, y como parte de ese rechazo, opto por no aceptar, bajo tales condiciones y llegado el momento, el pago de la cantidad de dinero mensual a la que tengo derecho como futura integrante en retiro de este tribunal constitucional

Retornaré tranquilamente y sin apego ese dinero a la Tesorería de la Federación si es que, antes o después, no logro cristalizar una forma de donarlo íntegramente a niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Después de todo, siempre son las generaciones siguientes las que resienten el quehacer de las actuales y la ausencia cada vez mayor de empatía, solidaridad y educación cívica.

Finalmente, en línea con los principios expresados, declino ser incorporada en los listados de quienes participarán en la elección extraordinaria de 2025, aunque seguiré poniendo mis conocimientos, energía, lealtad y convicciones al servicio de la nación durante mi encargo y más allá de este. Como siempre.