CRÓNICA: A 6 años que AMLO comenzó a escribir la Cuarta Transformación de México

Hace seis años Andrés Manuel López Obrador ganó la las elecciones después de intentar otras dos veces
Hace seis años Andrés Manuel López Obrador ganó la las elecciones después de intentar otras dos veces
Un sexenio.Hace seis años Andrés Manuel López Obrador ganó la las elecciones después de intentar otras dos veces
Especial
Axl Chimal
2024-07-01 |06:47 Hrs.Actualización08:00 Hrs.

Y cuando despertó, seis años después, México seguía ahí. 

Una condena comenzó a circular por redes sociales y algunos medios de comunicación: el país estaba destinado a convertirse en Venezuela,Cuba o la URSS. Un sexenio después del histórico triunfo de Andrés Manuel López Obrador, aquel 1 de julio del 2018, la República Mexicana seguía ahí. 



“Hago un llamado a las y los ciudadanos para que por encima de nuestras legítimas diferencias nos unamos en torno a los valores que compartimos y de las instituciones que hemos creado”, fueron las palabras del entonces mandatario Enrique Peña Nieto, el hombre que regresó al Partido de la Revolución Institucional (PRI) al poder, luego de 12 años de poder panista. 



Dichos tres sexenios fueron criticados por el actual presidente, “pero será la historia quien los juzgue”, dijo AMLO en el 2005 cuando Vicente Fox intentó quitarle el fuero y evitar que fuera candidato el 2006, pero no lo logró. 

Compitió contra el panista Felipe Calderón y perdió por un polémico 0.52%. ¡Fraude! gritaban miles, pero nada lograban y comenzó la guerra que trajo años de violencia que, según el cantante Pepe Aguilar, le confesó el expresidente michoacano, duraría 35 años. Aún faltan casi 29.  


López Obrador solamente tenía el cariño de sus miles de seguidores, así como el coraje de muchos otros, mientras que su contrincante del 2012, Enrique Peña Nieto, carisma, un matrimonio de telenovela, el apoyo del PRI. Fue por eso que perdió el ‘cabecita de algodón”, pero no se fue a La Chingada, su quinta en Chiapas, todavía le quedaba un intento. 

La tercera es la vencida, dice el dicho popular. “Les dije que nos iban a llevar al despeñadero”, señaló AMLO, en distintos spots. 

Criticó del gobierno peñista, el Nuevo Aeropuerto Internacional de Texcoco (NAIM), que luego cancelaría; el aumento en el precio de la gasolina que prometió bajar luego de construir una refinería la cual ya existe, pero el combustible sigue subiendo; y la desaparición de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, “fue el estado”, gritaban miles en el 2014, “fue el estado” lloraban sus familiares,  "hasta hoy no tengo ninguna prueba que haya sido el Ejército”, dijo López Obrador como presidente. 




OOOTRA VEZ AMLO COMO CANDIDATO 

“Ooootra vez AMLO se va a lanzar como candidato a las elecciones”, decían entre burlas sus críticos en el 2018. “Ooootra vez va a cerrar Paseo de la Reforma cuando pierda”, aseguraban. “Ooootra vez se va a declarar presidente legítimo de México cuando pierda”. Pero ganó, justo como prometió en un video frente a Palacio Nacional, donde, aseguró, iba a despachar para atender al pueblo. 

Andrés Manuel López Obrador llegó a las elecciones con un nuevo partido político. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fundado por él y muchos otros viejos compañeros de su antiguo partido el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que ignorando su identidad “de izquierda” decidió apoyar a la derecha del Partido Acción Nacional (PAN) y a su candidato Ricardo Anaya, también bautizado por AMLO como `Ricky Riquín Canallín’.


Los otros candidatos eran José Antonio Meade del entonces “odiado” por miles PRI, el primero en aceptar que las tendencias no le favorecían, y el candidato independiente que prometía dejar sin mano a aquellos que robaban, Jaime Rodríguez ‘El Bronco’, quien años después sería encarcelado y liberado tras ser acusado de delitos electorales y desvíos de recursos.

Un fantasma recorría México: el fraude electoral, era el miedo de miles. La única forma de que Andrés Manuel López Obrador llegaría a Palacio Nacional era con una votación masiva y miles salieron a votar. 



En las casillas especiales, como siempre, según registros, se acabaron pronto las boletas y la gente quería votar, quería formar parte de ese momento histórico, el posible inicio de la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Los votantes que no votaban comenzaron a buscar papelerías para comprar hojas blancas y votar ahí; los que no encontraban arrancaban los carteles que anunciaban que había una votación y que las boletas eran limitadas, en el reverso escribían “Andrés Manuel López Obrador”, presuntamente votaban y se iban. Pero el INE lanzó un comunicado: “no se puede votar en hojas”.

El país estaba pendiente de los resultados electorales. La vida de México podía cambiar o seguir como siempre pero ahora de color guinda. Una ‘cabecita de algodón’ sería la que esté  al frente de la nación que vivió de todo, sismos, invasiones, guerras, revoluciones, independencias, todo, excepto ver triunfar a la Selección Mexicana de futbol. 

El entonces presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Cordova declaró: 

Ricardo Anaya Cortés, candidato de la Coalición “Por México al Frente”, obtuvo una votación que se ubica entre el 22.1 y el 22.8%.

José Antonio Meade Kuribreña, candidato de la Coalición “Todos por México”, obtuvo una votación que se ubica entre el 15.7 y el 16.3%.

Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Coalición “Juntos Haremos Historia”, obtuvo una votación que ubica entre el 53 y el 53.8%.

Finalmente, el candidato independiente Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, obtuvo una votación que se ubica entre el 5.3 y el 5.5%”.


TODOS AL ZÓCALO

Cuando todavía no daba dicho anuncio Lorenzo Cordova, sobre la victoria de AMLO, sus rivales, Anaya, Meade y ‘El Bronco’ ya habían salido a anunciar su derrota. Todavía no eran oficiales los resultados cuando las calles del Centro de la Ciudad de México comenzaron a llenarse. 

Andrés Manuel López Obrador convocó a sus seguidores a marchar rumbo al Zócalo del primer cuadro del país para protestar contra los fraudes electorales, contra la violencia, contra el neoliberalismo, contra la violencia en Tabasco… pero no para celebrar su triunfo en el 2018, la gente comenzó a llegar por sí sola a ese punto que se  convirtió en un cuarto de guerra para gritar todo tipo de consignas contra otros gobiernos. 

Pero ahora no se iba a luchar, era un festejo, una celebración, como si la Selección Mexicana hubiera ganado el Mundial o, de menos, llegar al quinto partido. Miles salieron a las calles repletas, con banderas de México y lágrimas en los ojos. Andrés Manuel López Obrador lo había logrado, por fin, luego de 18 años o más lo había logrado. 

Quienes creyeron o creen en él estaban ahí, con una sonrisa de oreja a oreja, escuchando a quien sería su presidente los próximos 6 años

“Amigas y amigos:

Reitero el compromiso de no traicionar la confianza que han depositado en mí millones de mexicanos. Voy a gobernar con rectitud y justicia. No les fallaré porque mantengo ideales y principios que es lo que estimo más importante en mi vida. Pero, también, confieso que tengo una ambición legítima: quiero pasar a la historia como un buen Presidente de México. Deseo con toda mi alma poner en alto la grandeza de nuestra patria, ayudar a construir una sociedad mejor y conseguir la dicha y la felicidad de todos los mexicanos. ¡Muchas gracias! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!”, que seis años después, seguía ahí.