Todo lo que inicia debe terminar.
Este lunes 30 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador se despidió formalmente de los comunicadores que, mañana a mañana, lo acompañaron en el Salón de Tesorería para informar la conferencia matutina, un ejercicio que inició el 3 de diciembre de 2018 y que hoy vio su final.
Ya no fue la conferencia a la que millones de mexicanos estábamos acostumbrados, sino un ejercicio de despedida de uno de los presidentes más populares de la historia de México. Fue una fiesta entre el Presidente saliente y los reporteros.
Hubo de todo: palabras de despedida pero también rifa y hasta un encuentro más íntimo en el que no faltaron los tamales y antojitos típicos de México, como la barbacoa, para decir adiós a una etapa en la vida pública de México.
Más tarde, el aún mandatario, en sus últimas horas al frente de la Presidencia, se hizo acompañar por miembros de su gabinete y representantes de medios de comunicación para develar su pintura en uno de los muros de Palacio Nacional donde su nombre y figura se inmortalizaron con una obra sobre óleo en la que se le ve en el balcón principal de esta edificación, con un bastón de mando y el Zócalo abarrotado.
Posteriormente, ya en la tarde, en su último evento oficial, recibió a presidentes de América Latina, en lo que fue la última comida antes de separarse del cargo que ostenta desde el 1 de diciembre de 2018.
Luego, el aún presidente cumplió su palabra y salió en punto de las 18:00 horas de Palacio Nacional, rumbo a su casa en la alcaldía Tlalpan. Tras abrirse la puerta 8 del recinto, salió una camioneta blanca con López Obrador con la ventana baja, saludando a todos y diciéndoles adiós.
En redes sociales circularon imágenes, porque las personas se acercaron al mandatario para saludarlo y él respondió a las muestras de cariño. Posteriormente, la camioneta tomó dirección al sur de la Ciudad de México y comenzó su marcha hasta llegar cerca de la zona de hospitales.
El mandatario entró en la camioneta blanca al fraccionamiento, no sin antes, saludar a todos los que gritaban: "es un honor estar con Obrador".
El fin de la era López Obrador ha llegado a su final... sólo queda entregar la banda presidencial a su sucesora y luego emprender el camino del retiro, en el que le espera una intensa etapa como escritor, otra de sus pasiones, y un alejamiento de la vida pública...