"Ya esperé 50 años para verlo, puedo esperar unas horas para que llegue (el presidente Andrés Manuel López Obrador), fueron las palabras de Graciela, una señora que, acompañada de una amiga, decidieron esperar en la plancha del Zócalo, muy emocionadas e ilusionadas de poder entregar una peculiar petición al presidente: "construir una carretera en Guanajuato".
Pero ellas no fueron las únicas que iban con los ánimos en alto, también Julia Klug, mostro su emoción desde las 8 de la mañana, cuando llegó al Ángel de la Independencia entallada en un vestido de adelita estampado con la caricatura de AMLO, un sombrero rosa y una cartulina donde señalaba a Andrés Manuel como “el mejor presidente, libertario, honesto, incorruptible y gran patriota".
Otra señora, quien no dio su nombre, manifestó que mantiene una lucha desde el año de 1968 con el movimiento estudiantil y que ahora con López Obrador llegó al Zócalo para apoyar al presidente y la Cuarta Transformación.
Así, poco a poco, comenzaron a llegar los 1.2 millones de asistentes, que de acuerdo con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, acompañaron al presidente en lo que fue una gran fiesta, para celebrar los cuatro años de la llegada de la Cuarta Transformación a México.
Con los ánimos por los cielos, los asistentes comenzaron a prepararse con porras, aplausos y sonrisas para una fiesta muy similar a la que se vivió el día que se anunció que Andrés Manuel López Obrador había ganado las elecciones de 2018, cuando la gente salió a las calles a cantar, bailar y apoyar al candidato de Morena que se convirtió en el Presidente de México. Sin embargo ahora, el pueblo festejó su cuarto año de mandato.
Desde antes del amanecer, sobre Paseo de la Reforma, ya se hallaban cientos de personas que madrugaron para arrancar la marcha pactada a las 9 de la mañana, donde Andrés Manuel encabezaría el recorrido.
El llamado de ayuda del Presidente de la República fue escuchado, y miles de personas respondieron para acompañarlo a llenar el Zócalo.
Cerca de las 9:38 de la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador inició la marcha sobre un Reforma lleno de personas. Al mandatario se le unieron miembros de su gabinete como Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores; Adán Augusto López, Secretario de Gobernación o la senadora Delfina Gómez, entre muchos otros.
Los alrededores del Ángel de la Independencia, donde se tenía pactado iniciar el recorrido se vio abarrotado de personas. Pero muchos de ellos estaban allí desde la noche del sábado, pues llegaron a la glorieta de Reforma donde primero armaron una verbena nocturna con música y baile; fue un festejo previo a la celebración de los 4 años del gobierno del Presidente y de la 4T.
Varios de los trasnochados instalaron casas de campaña para pernoctar en Reforma, pero algunos otros solo con sus cobijas, se acomodaron en el piso o las bancas de piedra que hallaron para dormir antes de la caminata rumbo al Zócalo a la mañana siguiente.
Con la salida del sol empezó la fiesta, fue un día de felicidad, todos reían, cantaban y bailaban.
Familias enteras, grupos de jóvenes o ancianos hasta en silla de ruedas, ya estaban entre la multitud para acompañar a AMLO en su marcha. Algunas personas con trajes típicos con diseños de la caricatura de Andrés Manuel, los presumían frente a las cámaras de los reporteros que llegaron al evento. Danzantes prehispánicos o los famosos chinelos también bailaban antes del arranque de la marcha.
La fiesta además del mambo, tuvo de todo tipo de música, pues a los pies del Ángel de la Independencia, un grupo de tambora entonaba canciones sinaloenses que hacían bailar a los presentes, unos metros más adelante, un contingente de personas con bocinas tocaban canciones de tríos, pero el ambiente se prendió cuando llegaron los mariachis y con canciones como “México lindo y querido”, pusieron a cantar a todos los presentes.
Las personas ya estaban ansiosas de que dieran las nueve de la mañana para poder ver llegar al Presidente al que acompañarían al Zócalo, pero antes de la hora pactada, el tramo de Reforma desde la Diana Cazadora hasta la exglorieta de Colón, se hallaba totalmente abarrotada de personas.
La fiesta estaba por comenzar y el camino hacia el Zócalo parecía que sería rápido, pero la historia fue otra. AMLO no pudo ir a la vanguardia de la marcha porque la cantidad de gente superó las expectativas, y la comitiva del Presidente tuvo que colocarse en un tramo intermedio.
Debido a que el mandatario pidió que no existieran vallas durante el desfile, miles de personas se acercaron al presidente mientras desfilaba por Reforma, lo que hizo que la marcha se hiciera extremadamente lenta.
Andrés Manuel vestía un pantalón negro, camisa blanca y una chamarra negra, pero al paso de las horas y debido al calor del sol y el humano, se quitó la chaqueta para ir más cómodo. El presidente iba al lado de su secretario de Gobernación, Adán Augusto, quien iba un poco más serio que AMLO.
Los pasos de AMLO eran lentos, pues no había forma de avanzar entre la multitud que lo vitoreaba y aplaudía. Entre cánticos, como “Es un honor, estar con Obrador”, o “No estás sólo”, la gente le expresaba su apoyo y cariño al Presidente que nunca dejó de saludar a los asistentes.
En otros contingentes se podían ver a figuras políticas que también fueron aplaudidas y vitoreadas, como Gerardo Fernández Noroña, a quien la gente le daba su apoyo y lo señalaba como el siguiente presidente. También aplaudieron al canciller, Marcelo Ebrard al que mucha gente también le gritaba presidente. Las mujeres, sobre todo mayores, daban ánimos y aplausos a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores quien también desfilaba.
La Plaza de la Constitución desde temprano se llenó y la gente no se quería mover para no perder su sitio y escuchar el discurso del mandatario.
Las horas pasaban y AMLO no aparecía, algunas personas, sobre todo adultos mayores, que al paso del tiempo empezaban a sufrir los estragos del sol, el hambre y estar parados por tanto tiempo, estaban preocupados, pues no sabían a qué hora llegaría Andrés Manuel, ya habían transcurrido más de 5 horas y aún no llegaba.
El calor hizo estragos y algunas personas tuvieron que ser sacadas en camillas para poderlas atender; sin embargo, aparentemente no pasó a mayores. Los gritos de la gente y los cánticos hicieron saber a los demás que el presidente estaba por llegar al Zócalo.
En el trayecto, el equipo de López Obrador acercó en varias ocasiones, su famoso Jetta blanco, para que pudiera abordarlo y de esta manera, llegar más rápido al Zócalo, pues se esperaba que arribara a las 11 de la mañana; ya era la 1 de la tarde y seguían a la altura del Senado de la República.
El mandatario no pudo abordar debido a la gran cantidad de personas que se acercaban para tomarse la foto y para saludarlo, por lo que decidió terminar el trayecto a pie, como en los viejos tiempos.
Aunque en la Plaza de la Constitución ya no cabía una sola alma, la espera valió la pena, pues los gritos de apoyo, las canciones y las sonrisas en los rostros de la gente se dibujaron cuando en los micrófonos del estrado colocado frente a la Catedral Metropolitana, anunciaban la llegada del Presidente.
Al subir al estrado, los asistentes aplaudieron al mandatario cuando tomó la palabra. De pronto todos los alaridos y cantos cesaron cuando AMLO empezó a hablar, la gente atenta escuchó el informe de su presidente.
Fueron muchos los ciudadanos que no lograron llegar al Zócalo porque ya no había espacio, pero miles se congregaron en los alrededores, donde se instalaron pantallas gigantes y desde allí , atentos, escucharon el discurso del Presidente.
Finalmente López Obrador terminó un emotivo informe donde resaltó entre varias cosas el incremento al salario mínimo que provocó una ovación y la no reelección que todos aplaudieron.
Aunque la fiesta terminó en el Zócalo tras acabar el discurso del Presidente, la gente aprovechó el domingo para seguir disfrutando del Centro y paseaba en los alrededores del Zócalo y Bellas Artes antes de irse a sus casas ante la amenaza de lluvia.