Desde el SAT, el Gobierno de México ha logrado alcanzar acuerdos fiscales con grandes contribuyentes que sostenían adeudos en cuanto al pago de impuestos de años atrás.
La jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, garantizó a los empresarios que no hay persecución ni terrorismo fiscal y aseguró que lo que hay es certeza jurídica de las autoridades fiscales, por lo que les hizo un llamado para que inviertan y generen empleos en el contexto de la reapertura económica.
Consideró que ya pasó la peor parte del año por el impacto económico de la pandemia de COVID-19, “el peor año ya lo vivimos, la peor parte ya la pasamos”, dijo la funcionaria, y confió en que la situación en 2021 no empeorará, ya que posiblemente habrá una vacuna o tratamiento para la enfermedad, fronteras abiertas y la gente habrá retomado sus empleos.
“El 2021 definitivamente no puede ser peor que este año, en esa medida creo que hay que tener tranquilidad, y lo que nosotros estamos esperando es demostrarle a los grandes contribuyentes y empresarios que el SAT solo quiere dar certeza jurídica en materia fiscal para que también ellos se sientan tranquilos, no hay persecuciones, que inviertan y generen trabajo. Más grave que este año no puede ser”, sostuvo.
La jefa del SAT aprovechó para mandar un mensaje a las empresas que quieran pagar sus impuestos y ponerse al corriente: “les abrimos las puertas y los brazos, a todos ellos directamente pueden hacer cita a mis oficinas, para que saquen una cita y nos sentemos a regularizar sin ningún problema, que no nos manden intermediarios, que las personas que manden acrediten el interés fiscal”.
Durante una reunión con medios de comunicación, Buenrostro rechazó de nueva cuenta que haya terrorismo fiscal en su política de fiscalización a las empresas, más bien, afirmó que lo que el SAT brinda a los contribuyentes es certeza jurídica “nada más”.
Los grandes, en la mira
Buenrostro, quien dijo no molestarse porque la llamen la ‘Dama de Hierro’ o la ‘Mano de Hierro’, señaló que el SAT no está pensando en una reforma fiscal integral para 2021, pues, aunque es necesario aumentar la recaudación, la estrategia a seguir dará continuidad al plan de fiscalización a grandes contribuyentes y se fortalecerá el combate al contrabando.
“Lo que tenemos que dar otra vez es la lucha para buscar a los que no han pagado y paguen, existe un padrón de 12 mil 500 grandes contribuyentes, de los que este año revisamos 650, todavía faltan muchos grandes por revisar, entonces yo creo que todavía hay margen para seguir creciendo en los programas de fiscalización”, afirmó.
La funcionaria indicó que, derivado de la implementación de estrategias de cobranza y fiscalización a grandes contribuyentes, se han obtenido ingresos adicionales y sin necesidad de judicialización por 151 mil 379 millones de pesos entre enero y agosto de 2020, monto que es más del doble obtenido durante igual periodo del año pasado, cuando ingresaron poco más de 61 mil millones de pesos.
“Las acciones de fiscalización son permanentes, esas no paran”, recalcó en referencia a la regularización de grandes empresas en lo que resta del 2020.
Ligera caída en recaudación
Buenrostro reportó que, al mes de agosto los ingresos tributarios se ubicaron en 2.262 billones de pesos, lo que representó un decrecimiento de 0.5 por ciento en términos reales respecto de igual periodo del año pasado; en número nominales, la recaudación fue superior en 60 mil millones de pesos.
Al interior de esa recaudación, detalló, los impuestos internos provenientes de ISR e IVA, principalmente, crecieron 6.1 por ciento real entre enero y agosto de este año, contra igual periodo del año pasado; en contraste, el comercio exterior cayó 16.6 por ciento real en el periodo de referencia.
“Esto sí es importante observar porque el comportamiento de los ingresos fue tal que las contribuciones nacionales o internas compensaron la caída del cierre de fronteras y la disminución del comercio exterior”, señaló la funcionaria.