El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó nuevamente modificar su estrategia de seguridad tras los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Chihuahua.
En su conferencia matutina afirmó que "este es el camino" y precisó que los ataques armados son el fruto prohibido de una mala política que implementaron los expresidentes México
López Obrador dijo que no se puede arrancar de raíz o resolver la inseguridad del país de la noche a la mañana.
Agregó que, al igual que el Papa Francisco, él considera que la medida de enfrentar directamente a los grupos del crimen organizado no es una opción y únicamente dejaría más víctimas.
López Obrador afirmó que en el sexenio de Felipe Calderón “había la instrucción de aplicar toda la fuerza y les decían a los jefes militares que ellos hicieran su trabajo sin ninguna consideración porque el gobierno se hacía cargo de los derechos humanos”.
Además, indicó que su objetivo es atender las causas de la violencia y combatir la corrupción. "Es un proceso que lleva tiempo, pero vamos bien", comentó.
“Me pareció equilibrado el mensaje del papa. Estos conservadores no hubieran querido eso, que el papa dijera que lo que produce es más sufrimiento”, agregó.
El miércoles, el papa Francisco condenó la violencia que azota a México y lamentó el asesinato de dos de sus hermanos jesuitas que fueron atacados en una iglesia de Chihuahua.
“¡Cuántos asesinatos hay en México!”, aseguró y añadió: “Una vez más, repito que la violencia nunca resuelve los problemas, solo aumenta el sufrimiento inútil”.
