Con el tema del operativo “Rápido y furioso”, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se está prestando a una maniobra “distractora” y “burda” para apoyar la reelección de Donald Trump, y golpear a Joe Biden y la campaña de los demócratas, acusó el expresidente Felipe Calderón.
En entrevista para el programa “La Silla Roja”, de El Financiero Bloomberg, como parte de la promoción de su nuevo libro "Decisiones difíciles", el exmandatario fue cuestionado sobre la carta diplomática que el actual gobierno envió a Estados Unidos para solicitar información del operativo, por el cual podría ser investigado para ser llevado a juicio por traición a la patria ante la posibilidad de que millones de mexicanos hayan perdido la vida al permitir la introducción de armas a nuestro país.
De acuerdo con el político michoacano, “es un cuento” que el gobierno mexicano, durante su administración, acordara una masiva entrada de armas a México desde Estados Unidos.
“Investiguen lo que quieran. Lo que aquí hay es una maniobra burda a la cual se está prestando el gobierno mexicano, y no lo debe hacer, para hacer campaña a Trump con ese tema para pegarle a los demócratas”, dijo.
Sobre el juicio contra el secretario de Seguridad Pública de su gobierno, Genaro García Luna, por presuntos nexos con el narcotráfico, el exmandatario aseguró que “no es inverosímil” que como presidente no supiera de los vínculos de su subordinado con el crimen.
“No es inverosímil. Tú tomas decisiones con la información que tienes y ninguna de la información que ha aparecido de García Luna era información disponible en aquel tiempo. Hay una acusación del Rey Zambada en el proceso contra el Chapo Guzmán en 2018. Yo goberné de 2006 a 2012”, explicó.
En la conversación con los periodistas Enrique Quintana, Víctor Piz y Leonardo Kourchenko, reveló que el exlíder del Cártel de Golfo, Osiel Cárdenas, descontento con los resultados de la elección de 2006, tenía un plan para asesinarlo.
Aseveró que tomó las decisión de echar mano de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad porque desde la campaña había observado que el crimen se apoderaba de las estructuras del Estado mexicano.
El expresidente señaló que, ante las amenazas, decidió no dejar que sus decisiones fueran secuestradas.
“Me saqué mucho de onda porque efectivamente un día Daniel Cabeza de Vaca, que era procurador, me dice: ‘Felipe, tenemos información del Ejército que viene de fuentes americanas de infiltrados en las propias organizaciones de que Osiel Cárdenas no está contento con el resultado de la elección y tiene el plan de asesinarte’”, relató.