Elba Esther solo estuvo 4 días tras las rejas: la pasó en hospitales y su casa

La exlideresa sindical quedó absuelta este martes
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La maestra libre.La exlideresa sindical quedó absuelta este martes
Cuartoscuro
Nación321
2018-08-08 |13:53 Hrs.Actualización07:50 Hrs.
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Porque la Maestra nunca fue una prisionera común y corriente 

Este martes, la exsenadora, exdiputada y exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, conoció la libertad por primera vez en poco más de 5 años. Pero aunque se tardó casi todo el sexenio, es importante destacar que la vida de reclusión de la expriista en poco se pareció a la vida típica que lleva un reo. 

De hecho, solo estuvo cuatro días tras las rejas, ya que pasó la mayoría del tiempo reclusa en hospitales y en prisión domiciliaria

En febrero del 2013, tan solo unos meses después de que Enrique Peña Nieto entrara al poder, la Maestra fue detenida en el aeropuerto de Toluca por acusaciones de lavado de dinero y operaciones financieras ilícitas. 

Junto con ella, a otras cuatro personas se les atribuyó el delito de desviar dinero de distintas cuentas de banco a nombre del SNTE. 

Y es que a Gordillo se le conocía por su gusto por artículos de marcas de lujo como Luis Vuitton, Chanel, Prada y Hermés. 

Además, en 2008 se le acusó de haber comprado 59 camionetas Hummer para repartir entre líderes del magisterio y, tras ser detenida, todavía tuvo tiempo para hacer un cargo de más de 2 millones de dólares a su tarjeta de crédito por compras en la tienda Neiman Marcus, una lujosa marca departamental americana, según la PGR. 

TIEMPO EFECTIVO 

Pero el caso del encarcelamiento de Elba Esther Gordillo, por más notorio y duradero que haya sido, solamente significó un total de cuatro días de cárcel para la exsenadora. 

Esto debido a las peticiones de cambio de sus representantes, a la edad de la expriista y a sus dolencias físicas. 

En total, Gordillo conoció casi el mismo número de prisiones que días de estar tras las rejas, pues de la primera cárcel pasó a un hospital penitenciario y de ahí a su casa, en dónde pasó las últimas jornada del proceso que acabó por dejarla libre. 

PRIMER PROCESO 

Un día después de haber sido anunciada como detenida, el médico de cabecera de la Maestra solicitó que su paciente fuera internada en un hospital. 

La causa, según Gordillo, era que haber donado un riñón la ponía en riesgo de tener hepatitis C, y su representante legal dijo que "en general tiene un precario estado de salud". 

Así que después de cuatro días de haber estado detenida en una prisión regular, la expriista recibió el alta del Sistema Penitenciario del Distrito Federal para mudarse a Santa Martha Acatitla de Tepepan, en donde habría de residir más de cuatro años en la Torre Médica de especialidades. 

SANTA MARTHA 

Según el diario Reforma, en la estadía de Elba Esther Gordillo en Santa Martha Acatitla, que se prolongó por más de 4 años, hubieron comodidades y facilidades. 

El periódico afirmó que la maestra tenía acceso a una regadera privada, a zapatos de marca y a un mensajero motorizado, a una carta amplia y variada de alimentos como pescado, espagueti y agua de la marca Fiji. Además, tenía comidas especiales que le preparaba su hija Maricruz Montelongo en su casa. 

Sus hábitos incluían una clase de yoga y de meditación de una entrenadora personal, y la recámara en que vivía la amenizaban libros, una maceta y un calefactor, según el medio. 

ARRESTO DOMICILIARIO 

Después de cuatro años y 10 meses de estar presa en Acatitla, la Maestra consiguió, dada su edad y a la decadencia de su bienestar físico, trasladarse a su casa para pasar el resto de su sentencia en arresto domiciliario. 

Así, a mediados de diciembre de 2017, autoridades la liberaron del hospital en la madrugada, poco después se reunió con su familia y celebró no estar recluida en el penal. 

Pero el departamento en el que vivió Gordillo después de su traslado, según El Economista, es un departamento de lujo en Polanco, conformado por 380 metros cuadrados en cada piso.

El penthouse, según el periódico, cuenta con tres recámaras y una sala; un comedor, un cuarto de servicio y un balcón. La expriista, sin embargo, tenía reglas estrictas en torno a visitas, y la monitoreaba una policía mujer a todas horas del día.