A Murillo Karam le llueve sobre mojado, ahora la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda le detectó que una empresa de familiares del ex funcionario fue beneficiada con licitaciones de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y que dirigia Gerardo Ruiz Esparza, entre 2013 y 2015 justo cuando él se desempeñaba como procurador general de la República.
Por ello es que la Unidad de Inteligencia Financiera indaga el delito de tráfico de influencias, defraudación fiscal y lavado de dinero.
La denuncia presentada por la UIF se registró el 14 de noviembre ante la Fiscalía General de la República.
“En esas condiciones, la Unidad de Inteligencia Financiera, con facultades para prevenir y detectar operaciones con recursos de procedencia ilícita, identificó que la PEP mencionada posiblemente esté relacionada con un esquema de operaciones con recursos de procedencia ilícita” señala el documento de la UIF.
La Unidad señaló que las licitaciones se habrían hecho en un intercambio de favores entre funcionarios, pues el secretario del ex procurador era el hijo de Gerardo Ruiz Esparza, quien en dicho periodo fungía como titular de Comunicaciones y Transportes.
Otras de las irregularidades presentadas por la empresa familiar, fueron su forma de constitución, ya que los domicilios manifestados no son acordes con las actividades que indicó realizar.
Además se supo que en 2017, Murillo Karam recibió 2.8 millones de dólares por concepto de un retorno de inversión del extranjero. Además, en el periodo de 2020 a 2021 colocó en el extranjero 26.5 millones de pesos en cuentas propias, recurso que no fue declarado al fisco.
