La descentralización de la administración pública federal es uno de los 100 compromisos del presidente Andrés Manuel López Obrador que aún están pendientes, y a tres años de gobierno, han sido pocas las dependencias federales las que han avanzado en el proceso y no de forma total.
En el caso de la Secretaría de Energía, la descentralización de la dependencia a Tabasco ha sido una "faramalla", justo lo que el Presidente dijo que no quería que fuera.
En respuesta a una solicitud de transparencia ingresada por El Financiero, la dependencia encabezada por Rocío Nahle aseguró que “los temas atendidos en Tabasco corresponden a las áreas sustantivas en materia de hidrocarburos; sin embargo, no existe una mudanza total de éstas”.
“Se comunica que los empleados no se han mudado en forma permanente, por tanto no hay un número específico que informar”, refirió la dirección de recursos humanos de la Sener.
Además, indicó que la secretaría tiene cuatro sedes, tres en la Ciudad de México y la de Tabasco.
Por el edificio principal, se paga un arrendamiento anual de 4 millones 523 mil 786 pesos.
En tanto, sobre la sede de Tabasco se especificó que está en el Anexo Transformación Industrial (Pemex), el cual proporciona apoyo interinstitucional por comodato.
Por su parte, la Secretaría de Cultura reportó, también vía transparencia, la mudanza de 12 áreas, incluida la oficina de la secretaria Alejandra Fraustro.
En total, movilizaron sólo 59 empleados, pero “como no existe un presupuesto destinado a la descentralización ninguno percibió apoyo para la mudanza”.
La dependencia reportó que ahora despacha en un inmueble donado por el gobierno de Tlaxcala, por lo que no se ha hecho ninguna erogación para la descentralización.
Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) también indicó que no erogó recursos para su descentralización, pues se ubica en lo que era Diconsa, en Zacatecas; aseguró desconocer cuántos empleados laboran ahí.
En octubre, en conferencia, Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud, reportó que la mudanza a Guerrero inició con 100 empleados, a los que se les dieron apoyos para vivienda, salud y facilidades por parte de la SEP para cambiar a sus hijos de escuelas.
La sede es un edificio donado por el gobierno estatal.
Sin embargo, en noviembre –vía transparencia– la Subdirección Administrativa de Finanzas de la secretaría detalló que sólo se ha mudado la oficina del secretario, con 27 empleados en una primera etapa y la segunda “está en proceso”.
La Secretaría de Educación Pública (SEP), encabezada por Delfina Gómez, tampoco ha hecho nada, y se justificó en la pandemia del Covid-19.
“Continúa en proceso de establecerse de manera gradual o progresiva de acuerdo a la reapertura de actividades… Las acciones relativas a la elaboración de un programa de traslado y ocupación de las áreas correspondientes, en el inmueble donde se iniciará el proceso de traslado de la Secretaría de Educación Pública a la Ciudad de Puebla”.
La Secretaría de Turismo, que encabeza Miguel Torruco, indicó que “está en proceso de investigación, evaluación y análisis, el cual está sujeto a aprobación de la Secretaría de Hacienda”, pero reportó como “acciones concluidas”, que el gobierno de Quintana Roo les ha ofrecido algunos inmuebles a usar por comodato, se ha hecho la negociación de los espacios a ocupar y un mapeo de cómo sería la distribución de oficinas, y se prevé que la adaptación sea “al menor costo”.
El resto de las secretarías aún no atiende el requerimiento de información.GIRA. El presidente Andrés Manuel López Obrador realizó, ayer, una visita de supervisión en la refinería de Salina Cruz, Oaxaca.