Porque México fue aplaudido por sus reformas, pero los resultados (aún) no están a la vista
México tiene "palomita" por ser el país que más adoptó las recomendaciones de la OCDE para hacer reformas. Sin embargo, esto no ha sido suficiente y nuestro país tiene "tache" en temas como corrupción, pobreza e inseguridad.
"El potencial económico del país se ve obstaculizado por desafíos importantes como los altos niveles de pobreza, extensa informalidad, tasas bajas de participación femenina, aprovechamiento escolar insuficiente, exclusión financiera, una norma de derecho endeble y niveles persistentes de corrupción y delincuencia", de acuerdo con el documento Estudios Económicos de la OCDE: México, 2017.
La OCDE resalta que en México las reformas estructurales y las "sólidas políticas macroeconómicas" han asegurado la "resistencia" de la economía mexicana "ante las desafiantes condiciones mundiales", de acuerdo con el organismo, quien presentó el estudio este martes.
"El crecimiento es fuerte, pero las desigualdades persisten en todo México. (...) El ingreso continúa sumamente concentrado, muchas familias viven en la pobreza, la inseguridad es alta y las oportunidades para que los niños superen a sus padres podrían mejorarse", según el estudio en el que además se enlistan recomendaciones.
LA CORRUPCIÓN
Una de las propuestas de la OCDE es "crear capacidad en las entidades subnacionales que intervienen en el nuevo sistema anticorrupción".
En el paquete de reformas estructurales del gobierno de Enrique Peña Nieto desde 2012 incluyó una reforma para fomentar la transparencia y el combate a la corrupción, la cual abrió el camino para la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, que fue aprobado por el Congreso el año pasado.
En este nuevo sistema participan entidades gubernamentales con la fuerte participación de comités ciudadanos, "lo que hace bastante complejo al sistema", estimó la OCDE.
Asimismo, persisten las preocupaciones sobre cómo se pondrá en marcha el plan a escala local, ya que los estados ahora deben aprobar su propia legislación, explicó la organización.
LA POBREZA
La desigualdad en los ingresos es alta en relación con otros países de la OCDE. La asimetría entre ricos y pobres en México es la más grande entre los países que son parte de esta organización, de acuerdo con el informe.
"El crecimiento no ha sido suficientemente incluyente para lograr mejores condiciones de vida para muchas familias mexicanas", revela el reporte.
El estudio asegura que han aumentado las desigualdades en el país, donde hay regiones modernas y productivas en el norte y el centro y una economía tradicional de menor productividad en el sur.
La recomendación que hace la OCDE es fortalecer el gasto social en programas para erradicar la pobreza extrema, como Prospera, "aumentar y ampliar la pensión mínima para extender la protección social en la vejez", así como simplificar los procedimientos para obtener acceso a las transferencias monetarias.
LA SEGURIDAD Y OTROS PROBLEMAS
Una prioridad importante del gobierno mexicano ha sido mejorar la seguridad, considerando los elevados índices de delincuencia en muchos estados, de manera notoria los homicidios, secuestros y extorsiones, que reducen directamente el bienestar y la percepción de seguridad, de acuerdo con la OCDE.
Una de las propuestas es "alentar a más estados para que establezcan cuerpos policíacos integrales a nivel estatal". Además, la OCDE estima necesario "hacer más", sobre todo para las mujeres, "quienes sufren discriminación de muchos tipos".
La organización ejemplifica que para las madres de niños pequeños, la participación en el mercado laboral es un desafío, "lo que refleja la insuficiencia de guarderías asequibles y de calidad". Las prácticas comerciales también podrían fomentar la inclusión y ser más responsables con las mujeres, los discapacitados y otros grupos objeto de discriminación, propone la OCDE.
Asimismo, otro problema es la informalidad, que está vinculada con la pobreza y las desigualdades de género. Como propuesta, la OCDE recomienda a México "fortalecer el conocimiento sobre los subsidios laborales para trabajadores formales y centrar la aplicación de la ley en empresas formales grandes que emplean a trabajadores informales".
La alta tasa de informalidad de México, excluida la agricultura, disminuyó dos puntos porcentuales desde 2012, de 54.7% a 52.5%, de acuerdo con el Inegi. Sin embargo, para la OCDE esta disminución todavía puede ser mayor.