La pruebas que se realizan de COVID-19 no son determinantes clínicamente, pues estas incluso pueden llegar a tener fallas, indicaron integrantes de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus de la UNAM.
Durante una charla, los expertos coincidieron que aunque en un principio era determinante hacer pruebas pues había más casos de influenza que de COVID-19, en este momento de pico de contagios, para los médicos la clave no son las pruebas, sino los síntomas.
"Ahora que la transmisión es intensa, aunque la prueba salga negativa no se puede negar que sea infección por coronavirus, ya que en algunos pacientes hasta la segunda o tercera prueba sale positiva. La prueba no es la clave, sino los síntomas", dijo Rogelio Pérez, doctor en Ciencias Médicas y neumólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), de acuerdo con UNAM Global.
Con el coincidió Alejandro Macías Hernández, infectólogo de la UNAM, quien acotó que las pruebas tienen distintos usos en distintos momentos.
"En este momento, quien llegue al hospital en una región donde hay actividad y presente fiebre, dolor de garganta o tos, eso debe ser COVID-19. Por ello, a partir de este momento, la prueba tiene un valor epidemiológico y de muestreo y poco que ver con lo clínico", aseveró.
El doctor Rogelio Pérez agregó que el virus se tiene que monitorear en cuanto a su composición porque se van encontrando variantes que pueden ser más agresivas, pero las pruebas se deben de realizar en los pacientes más enfermos y que se encuentran hospitalizados.
Asimismo, agregó, las pruebas volverán a tener valor cuando sea temporada de influenza, en el invierno, porque habrá que distinguir cuál de las dos es y sí se trata con oseltamivir (medicamento para combatir la influenza) o no.
