Porque esta protesta de mujeres es histórica y las autoridades apenas las recibieron
La Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), sostuvo este miércoles una reunión con integrantes de colectivos feministas, quienes mantienen tomadas las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Sin la presencia de la titular de la CNDH, Rosario Piedra, las activistas Erika Martínez y Yesenia Zamudio, madre de María de Jesús Jaime Zamudio, víctima de feminicidio, junto con otras mujeres, acudieron a la sede de Gobernación para la reunión a la que se sumó la secretaria Olga Sánchez Cordero.
Previo a su encuentro, Zamudio dijo a medios que no entregarán el inmueble, el cual ha sido convertido en Casa de Refugio y centro de acopio para mujeres víctima de violencia.
Entre las peticiones que llevaron a la mesa de diálogo se encuentro un sentido reclamo contra Rosario Piedra por haber dicho que las activistas rompieron expedientes; “de entrada, me está difamando, está fomentando el odio del todo el país hacia mi persona, es uno de mis principales, es una de mis peticiones inmediatas”, expresó Zamudio.
Pero los expedientes, aclaró, “nadie los tocó”.
Asimismo, se solicita información sobre avances en caso de desapariciones forzadas, asesinatos, abuso sexual, pero principalmente se pide la no criminalización por la toma del inmueble.
La toma de la CNDH comenzó el pasado 2 de septiembre con Marcela Alemán, una mujer que se ató a una silla del lugar para exigir justicia para su hija Lya, una niña víctima de abuso sexual cuando tenía cinco años de edad, en San Luis Potosí.
El 4 de septiembre, colectivas feministas tomaron las instalaciones; desde entonces se encuentran en el lugar.