La reducción en el uso del glifosato que se ha dado en el país desde 2021 no ha llevado a la caída de la producción de maíz, sino que creció al pasar de 27.3 millones de toneladas en 2020 a 28.9 millones estimadas para este año, pero además ellos mismos han importado menos de la mitad de lo que tienen autorizado.
Así lo señalaron funcionarios de Representantes de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Salud, Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Bienestar, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), encargados de dar seguimiento al decreto presidencial de diciembre de 2020, en conferencia de prensa para presentar el avance de las acciones para que en 2024 se prescinda del glifosato en el campo y se cancele el uso del maíz transgénico en la alimentación. Y ante el hecho de que este punto llegó al T-MEC, se precisó que el decreto no habla del maíz amarillo, que es el que importa el sector pecuario mayoritariamente de Estados Unidos.
Aunque en México no se cultiva maíz transgénico, el paquete tecnológico que incluye la semilla y el glifosato, el químico se importa para ser usado en maíz, cítricos, aguacate y otros productos.
Para 2023 se recomienda una cantidad máxima 4 mil 131 toneladas de glifosato formulado y 314 toneladas de glifosato técnico, esto es una disminución de 50 por ciento respecto a 2022, informó Elena Álvarez Buylla, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Detalló que ni siquiera los grandes productores utilizan las cotas que se les han autorizado, ya que del glifosato formulado la industria en 2021 ocupó el 45 por ciento de las 16 mil toneladas autorizadas, y este año el 48 por ciento de ocho mil 263 toneladas.
Advirtió que en paralelo al aumento del uso de glifosato en el país se dio un aumento de las tasas de mortalidad de cáncer y diabetes, y precisó que no se busca sustituir el uso de glifosato en la producción agrícola, sino prescindir de él.
Por su parte, la titular de Medio Ambiente, María Luisa Albores González, informó que como parte de la mesa de trabajo que se instaló en enero del 2021 junto
con Conacyt y Agricultura, la dependencia a su cargo, a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, y en coordinación con el sector ambiental, ha avanzado en el proceso de difusión y capacitación para dar a conocer el impacto del glifosato y los organismos genéticamente modificados en la salud, el ambiente y la economía local.
Albores González dio a conocer que las solicitudes de autorizaciones que recibe Semarnat para la importación de glifosato técnico y formulado están por debajo de 50 por ciento de la cota establecida por Conacyt y disminuyeron de 2021 a 2022. Esto quiere decir que se cumplirá lo que marca el decreto de no importar más glifosato para 2024, sin que ello implique una baja en la producción de maíz, ya que hasta el momento no ha bajado con base en los números presentados.