Donald Trump dejó entrever el domingo que su nuevo gobierno podría intentar recuperar el control del Canal de Panamá que Estados Unidos cedió “tontamente” a su aliado centroamericano, argumentando que a los barcos se les cobran tarifas “ridículas” para pasar por el vital canal de transporte que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.
Ante ello, presidente panameño José Raúl Mulino, elegido en mayo con base en una campaña proempresarial, rechazó rotundamente esa idea, llamándola un agravio a la soberanía de su país.
Poco después del discurso de Trump, Mulino publicó un video en el que declaró que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su zona adyacente, es de Panamá y lo seguirá siendo”
Sin mencionar a Trump por su nombre, Mulino abordó las quejas del presidente electo sobre el aumento de las tarifas para los barcos que cruzan el canal, diciendo que las establecen expertos que toman en cuenta los costos operativos, al igual que los factores de oferta y demanda.
“Las tarifas no son un capricho”, afirmó Mulino. Señaló que Panamá ha expandido el canal a lo largo de los años para aumentar el tráfico de barcos “por decisión panameña”, y agregó que los incrementos en las tarifas a los barcos ayudan a pagar por las mejoras.
“Los panameños podemos pensar diferente en muchos aspectos”, manifestó el mandatario, “pero cuando se trata de nuestro canal, y nuestra soberanía, nos unimos todos bajo una única bandera: la de Panamá”.