¿Cuáles son los países que tienen acuerdo con EU para aceptar migrantes deportados?

Donald Trump.Donald Trump ha sugerido e intentado que México sea un Tercer País Seguro, sin embargo, las autoridades mexicanas se niegan
(Nación321)

¿A dónde va un migrante deportado?

En el marco de las deportaciones masivas promovidas por la administración del presidente Donald Trump, varios países han aceptado repatriar a sus ciudadanos deportados desde Estados Unidos (EU), a menudo bajo acuerdos políticos y tensiones diplomáticas.

Estas deportaciones han generado un intenso debate sobre los derechos humanos y las condiciones en que los migrantes son retornados. Ejemplo de esto, la casi guerra de aranceles que hubo el fin de semana pasado entre Colombia y EU.


Y es que el impacto de estas medidas no solo afecta a los migrantes, sino también a los países receptores que deben asumir la responsabilidad de su reintegración. En este contexto, se han evidenciado tensiones diplomáticas y críticas hacia las políticas migratorias estadounidenses, así como hacia los gobiernos que aceptan estos acuerdos. En Nación321 te contamos sobre los países que sí aceptan a los latinos repatriados, los que no y los que cambiaron de decisión.


COLOMBIA: LA REPATRIACIÓN CON DIGNIDAD

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, recibió el primer vuelo de repatriados desde Estados Unidos, marcando un cambio significativo tras tensiones anteriores. Petro rechazó en el pasado un vuelo que transportaba a migrantes en un avión militar y esposados, criticando el trato como “de delincuentes”. Este gesto inicial reflejó una postura firme en defensa de la dignidad de los ciudadanos colombianos.

Como se había mencionado anteriormente, esto desencadenó toda un conflicto con los estadounidenses, que provocó una reunión de urgencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para tratar este problema y que al final acabó con un acuerdo entre ambas naciones.

Ahora, gracias a los tratados, los retornos se realizan en aviones de la Fuerza Aérea de Colombia, asegurando condiciones adecuadas para los repatriados. Este cambio busca establecer un precedente en el trato a los migrantes y se resaltó la importancia de la dignidad humana en los procesos de deportación.

MÉXICO SUPERVISARÁ LOS DERECHOS HUMANOS

En México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó el papel del Instituto Nacional de Migración (INM) en garantizar que los migrantes deportados no sufran violaciones a sus derechos.

Los retornados serán evaluados para determinar si enfrentaron maltrato y, de ser necesario, se inicia un proceso legal. Este protocolo busca reforzar la transparencia y proteger los derechos humanos de los migrantes.

Sheinbaum también mencionó que muchas personas deportadas prefieren regresar a sus países de origen. Para facilitar este proceso, el gobierno proporciona transporte hacia el sur del país o directamente a Guatemala. Estas medidas son parte de un enfoque más integral para manejar la migración y garantizar una transición segura para los deportados.

ACUERDOS CONTROVERTIDOS EN GUATEMALA

Bajo presión de Estados Unidos, Guatemala aceptó un Acuerdo de Tercer País Seguro en 2019, permitiendo que migrantes solicitantes de asilo en Estados Unidos sean enviados al país. Aunque controvertido, el gobierno guatemalteco ha implementado albergues y programas de reinserción laboral para manejar a los deportados. Estas iniciativas buscan aliviar el impacto social y económico que generan las deportaciones.

Sin embargo, el acuerdo ha sido objeto de críticas debido a las condiciones de seguridad en Guatemala y la capacidad limitada del país para gestionar el flujo de migrantes.

A pesar de estos desafíos, el gobierno guatemalteco reportó que en enero de 2025, casi 3 mil 300 guatemaltecos retornaron desde Estados Unidos y México, evidenciando la magnitud del problema.

¿BRASIL CAMBIA DE PARECER?

Desde 2018, Brasil tiene acuerdos con Estados Unidos para vuelos de repatriación. Sin embargo, recientemente denunció las condiciones de un vuelo que llegó a Manaos con 88 brasileños, algunos de ellos esposados.

El gobierno brasileño calificó esto como “inaceptable” y exigió respeto a los acuerdos establecidos. Este incidente puso de manifiesto la necesidad de garantizar condiciones dignas en los procesos de deportación.

El gobierno de Brasil ha subrayado la importancia de mantener un diálogo abierto con EU para evitar futuros incidentes. Además, busca fortalecer los mecanismos de supervisión para asegurar que se respeten los derechos humanos de los repatriados.

CHILE: COOPERACIÓN REPATRIACIÓN

La ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, reafirmó el compromiso de su país de colaborar con la repatriación de nacionales deportados desde Estados Unidos u otros países.

Aunque evitó opinar sobre las tensiones entre Colombia y EU, subrayó la obligación de Chile de recibir a sus ciudadanos y garantizar un retorno digno.

Además, Tohá destacó la importancia de la cooperación internacional para abordar la migración. Subrayó que Chile también enfrenta retos en sus relaciones diplomáticas con países como Venezuela, lo que complica la situación de los migrantes en la región.

ACUERDOS DE TERCER PAÍS SEGURO CON EL SALVADOR Y HONDURAS

El Salvador firmó un acuerdo similar al de Guatemala en 2019, comprometiéndose a recibir solicitantes de asilo rechazados por Estados Unidos.

Este acuerdo fue justificado por el presidente Nayib Bukele como una forma de proteger el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los salvadoreños en Estados Unidos. Sin embargo, ha enfrentado críticas por la inseguridad del país y la falta de transparencia en las negociaciones.

En Honduras, el panorama no es diferente. Los acuerdos de TPS han generado preocupaciones sobre la capacidad del país para manejar a los deportados y garantizar su seguridad. Estas críticas resaltaron la complejidad de implementar acuerdos que afectan directamente a las poblaciones más vulnerables.

En el caso de El Salvador, las críticas al acuerdo también se centraron en las implicaciones sociales y económicas que tendría recibir a migrantes de otras nacionalidades. El sistema de salud, educación y seguridad social salvadoreño ya enfrenta desafíos significativos para atender a la población local y a los salvadoreños deportados cada año.

Por su parte, aunque en teoría el acuerdo permite a los migrantes buscar protección dentro de Honduras, en la práctica, las condiciones de seguridad y las oportunidades económicas son insuficientes para garantizar una vida digna. A pesar de estos desafíos, los gobiernos de ambos países justifican los acuerdos como una estrategia para fortalecer relaciones con Estados Unidos y evitar represalias económicas o políticas.

ACUERDOS DEL TERCER PAÍS SEGURO ¿ESPERANZA PARA MIGRANTES?

El concepto de Tercer País Seguro, respaldado por la Convención de Ginebra de 1951, permite que solicitantes de asilo sean transferidos a un tercer país que garantice su seguridad y derechos. Actualmente, Estados Unidos tiene un acuerdo vigente con Canadá y acuerdos pasados con Guatemala, Honduras y El Salvador.

Además, los Acuerdos de Tercer País Seguro imponen una carga significativa a los países receptores, que deben asumir los costos y procesos asociados a la protección de los migrantes. Esto plantea preguntas sobre la sostenibilidad de estos acuerdos y su impacto en las políticas migratorias globales.

La política de deportaciones de Estados Unidos y los acuerdos con países de la región han generado tensiones diplomáticas y cuestionamientos sobre el trato a los migrantes. Aunque cada país maneja las repatriaciones de manera diferente, el reto común radica en garantizar los derechos humanos y la reintegración efectiva de los deportados.

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