La nueva secretaria de Justicia del presidente Donald Trump, Pam Bondi, criticó este miércoles 12 de febrero al gobierno de Nueva York en relación con las políticas de inmigración del estado, y anunció una demanda en el último intento del gobierno republicano de cumplir con las promesas de campaña del Presidente sobre una aplicación de las leyes de inmigración más estricta.
En su primera conferencia de prensa desde que asumió el cargo la semana pasada, Bondi acusó a los dirigentes de Nueva York de dar prioridad a “los inmigrantes ilegales sobre los ciudadanos estadounidenses”.
De pie frente a agentes federales que han sido asignados para ayudar en la aplicación de las leyes de inmigración de Trump, repitió la retórica del presidente al prometer que el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) se enfrentaría a las comunidades que obstaculizan los esfuerzos federales de inmigración.
Bondi dijo que el gobierno federal demandó a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, y a la gobernadora Kathy Hochul por una ley estatal que permite a las personas que podrían no estar en Estados Unidos legalmente obtener licencias de conducir.
La llamada Ley de Luz Verde se promulgó en parte para mejorar la seguridad pública en las carreteras, ya que las personas sin licencias a veces conducían sin el documento, o sin haber pasado una prueba de manejo. El estado también facilita que los titulares de tales licencias obtengan seguro de auto, reduciendo así los accidentes que involucran a conductores no asegurados.
“Este es un nuevo DOJ, y estamos tomando medidas para proteger a los estadounidenses”, afirmó Bondi, quien estaba acompañada por agentes del FBI, de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos y de la Administración de Control de Drogas que estaban alineados detrás de ella.
“Millones de inmigrantes ilegales con antecedentes violentos han inundado nuestras comunidades, trayendo violencia y drogas mortales con ellos”, indicó la secretaria.