Brasil enfrenta una ola de calor que, incluso, ha puesto en riesgo la vida de las personas.
Y es que el país sudamericano enfrenta una crisis térmica que se ha intensificado por la fuerte humedad de la zona sur del continente.
Sin embargo, el pasado 17 de febrero, en Río de Janeiro se registró una temperatura máxima de 44 grados centígrados, la más alta de la que se tenga registro desde 2014.
Pero eso no fue todo, pues lo que preocupó a la población es la sensación térmica que se registró, de entre 50 y 70 grados centígrados.
Dichos registros pusieron en alerta a autoridades, debido a que en al menos 44 ciudades la temperatura no baja de los 30 grados por la noche, lo que evita la recuperación de habitants y turistas.
Por su parte, el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), logró emitir al menos 7 alertas en estados para que autoridades locales suspendieran clases debido a las alatas temperaturas.
Además, se han intensificado las campañas de prevención y concientización de la importancia de la hidratación, así como evitar la exposición prolongada a los rayos del sol.