Florida.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el domingo que “no estoy bromeando” sobre intentar servir un tercer mandato, la indicación más clara de que está considerando formas de violar la prohibición constitucional para continuar liderando el país después de que su segundo mandato termine a principios de 2029.
Trump comentó en una entrevista telefónica con NBC News: “Hay métodos con los que podrías hacerlo”.
También expresó que “es demasiado pronto para pensar en eso”. La 22ª Enmienda, añadida a la Constitución en 1951 después de que el presidente Franklin D. Roosevelt fuera elegido cuatro veces consecutivas, establece que “ninguna persona será elegida para el cargo de Presidente más de dos veces”.
Cualquier intento de permanecer en el cargo sería legalmente sospechoso y no está claro cuán seriamente Trump desea realizar esa idea. No obstante, los comentarios fueron una extraordinaria expresión de un deseo de perpetuarse en el poder por parte de un presidente que ya violó las tradiciones democráticas hace cuatro años cuando intentó revertir la elección que perdió ante el demócrata Joe Biden.
Kristen Welker de NBC preguntó a Trump si una posible vía para un tercer mandato sería que el vicepresidente JD Vance se postulara para el cargo principal y “luego te pasara el testigo”. Trump respondió: “Bueno, esa es una”, y añadió: “Pero hay otras también. Hay otras”.
“¿Puedes decirme otra?” preguntó ella.
“No”, replicó Trump.
A Trump, quien tendría 82 años al final de su segundo mandato, se le preguntó si querría seguir sirviendo en “el trabajo más difícil del país” en ese momento. “Bueno, me gusta trabajar”, dijo el presidente.
Sugirió que los estadounidenses aceptarían un tercer mandato debido a su popularidad. Afirmó falsamente tener “los números de encuestas más altos de cualquier republicano en los últimos 100 años”.
Los datos de Gallup muestran que el presidente George W. Bush alcanzó un 90% de aprobación después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Su padre, el presidente George H.W. Bush, llegó al 89% tras la Guerra del Golfo Pérsico en 1991.
Trump ha alcanzado un máximo del 47% en los datos de Gallup durante su segundo mandato, a pesar de afirmar estar “en los altos 70 en muchas encuestas, en las encuestas reales”.