Tras su paso por México, donde se degradó a tormenta tropical, contra los pronósticos que auguraban que golpearía con fuerza, 'Beryl' se intensificó y tocó tierras estadounidenses como huracán de categoría 1.
Su entrada ocurrió cerca de las 4 de la mañana, hora central de Estados Unidos, unos 137 kilómetros (85 millas) al suroeste de Houston, con vientos máximos sostenidos de 128.7 kilómetros por hora , y se desplazaba hacia el norte a 19.3 km/h, según el servicio meteorológico.
Las aguas empezaron a bloquear carreteras con rapidez en torno a Houston, que volvía a estar bajo alertas de inundación después de fuertes tormentas en los últimos meses que anegaron vecindarios y provocaron apagones en la cuarta ciudad más grande del país.
Además, más de mil vuelos se cancelaron en los dos aeropuertos de Houston, según datos de vuelos de FlightAware.
'Beryl' descargó aguaceros sobre Houston tras llegar a tierra y se esperaba que llevara vientos peligrosos al este de Texas, cerca de Luisiana, en su ruta hacia el norte.
El sistema volvió a ganar fuerza y recuperó la categoría de huracán el domingo por la noche. El meteoro se había debilitado tras dejar un rastro de destrucción letal a su paso por México y el Caribe.
A principios de semana, Beryl azotó México como huracán de categoría 2, pero no dejó muertos ni heridos, y luego se debilitó a tormenta tropical a su paso por la Península de Yucatán.
Antes de llegar a México, Beryl causó destrucción en Granada, Jamaica, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Venezuela, dejando en total 11 personas muertas.