Colapso de edificio en Miami: cinco personas fallecidas y 156 desaparecidas

La noche del sábado cuatro de las víctimas fueron identificadas.
La noche del sábado cuatro de las víctimas fueron identificadas.
Tragedia en Miami.La noche del sábado cuatro de las víctimas fueron identificadas.
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2021-06-27 |09:44 Hrs.Actualización09:44 Hrs.


Cuando Mike Noriega escuchó que parte de la torre del condominio donde vivía su abuela se había derrumbado, corrió con su padre al lugar. Llegaron a un montículo de nueve metros de concreto y metal aplastados, los restos del edificio de 12 pisos, pero no había rastro de Hilda Noriega, de 92 años.

Pero entre los escombros que volaban, tropezaron con recuerdos que daban testimonio de la vida de Hilda en el sexto piso en Champlain Towers South: una vieja foto de ella con su difunto esposo y su hijo pequeño, y una tarjeta de cumpleaños que enviaron amigos de su grupo de oración dos semanas antes.“Había un mensaje en medio de todo este desastre. No perder la esperanza. Tener fe”, dijo Noriega.

Después del colapso del jueves, Hilda permanece entre las 156 personas desaparecidas en Surfside, al norte de Miami Beach, con cinco muertos confirmados, mientras las autoridades y familiares temen que el número de víctimas aumente.

“Nuestra prioridad es salvar todas las vidas que podamos”, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

La noche del sábado, cuatro de las víctimas fueron identificadas como Stacie Dawn Fang, de 54 años; Antonio Lozano, de 83 y Gladys Lozano, de 79; y Manuel LaFont, de 54.

Mientras decenas de rescatistas continúan trabajando, la familia Noriega todavía tiene la esperanza de hallar con vida a Hilda.

“Algunos milagros son muy grandes, otros son pequeños”, dijo Mike, de 36 años, quien habló por última vez con Hilda el día antes del desastre.

Describieron a Hilda como una jubilada, muy independiente y vivaz; en palabras de Mike, “la mujer más joven de 92 años que conozco... parecía de 62”.

Hilda vivió 20 años en Champlain Towers South, pero tras enviudar hace seis años, estaba lista para mudarse con la familia y vender el condominio.

Sally Noriega, hija de Hilda, dice que a su madre le encantaba vivir cerca del mar y sus amigos, y cuenta que sus padres llegaron de Cuba en 1960.

Ellos se encuentran entre decenas de familias angustiadas que esperan noticias sobre el destino de sus seres queridos. La espera ha sido agonizante.

La atmósfera dentro del salón de baile de un hotel donde las autoridades daban informes a unos 200 miembros de la familia el sábado era tensa, dijeron a The Associated Press dos personas presentes que pidieron el anonimato.