COVID-19: La enfermedad que los ricos esparcieron y los pobres sufrieron

La pandemia ha cobrado millones de vidas en todo el mundo y aún sigue activa
La pandemia ha cobrado millones de vidas en todo el mundo y aún sigue activa
COVID-19La pandemia ha cobrado millones de vidas en todo el mundo y aún sigue activa
Cuartoscuro
Nación321
2021-09-14 |08:01 Hrs.Actualización08:01 Hrs.

Siempre se ha creído que las pandemias son más fácil que se disparen en los barrios pobres, ya que las personas viven en entornos abarrotados y apretados; que trabajan en condiciones que dificultan el distanciamiento físico, además de falta de servicios básicos, por lo que son el caldo de cultivo ideal para el virus.

Sin embargo, un estudio reciente de Jana Berkesel habla sobre hallazgos aparentemente contradictorios a lo anterior. Este estudio informa cómo la tasa de propagación de infecciones varía según el estatus social, en varías fases de la pandemia.

Los investigadores encontraron que entre Estados Unidos, Inglaterra y Alemania el COVID-19 se propagó más rápido en las regiones de ingresos más alto en la fase inicial del virus.

Estos creen que tiene que ver con que las personas de mayor estatus social se encuentran e interactúan con un conjunto de personas más diverso. Los contactos sociales más diversos significa una mayor susceptibilidad al virus en las primeras etapas.

En el estudio detectaron que a los 30 días de inicio de la pandemia, las regiones de ingresos más alto en Estados Unidos se mostraron más afectados 9.9 veces más que las regiones con menor ingresos, 2.8 en Alemania y 1.2 en Inglaterra.

Mientras que en las últimas etapas Estados Unidos e Inglaterra el virus se propagó en las regiones de menor ingreso, por otra parte en Alemania estos no se vieron más afectados que los de un mayor estatus social.

Al investigar la gripe española de 1918, una vez más los investigadores encontraron que las personas de mayor estatus social tenían un mayor riesgo a morir en las primeras etapas. A los 55 días este efecto se revirtió y se le asoció a un estatus social más bajo el mayor riesgo de morir.

Estos hallazgos sugirieren que contrario al dogma, los virus se propagan más rápidamente entre las personas de mayor condición social en las primeras etapas.

“Tomados en conjunto, nuestros hallazgos apuntan a una dinámica más relevante (y trágica): mientras que las personas de mayor estatus social pueden importar nuevos virus y causar su propagación inicial, las personas de menor estatus social soportan la mayor carga una vez que se desarrolla la pandemia”, concluye el estudio.

En el caso de México, en los inicios de la pandemia, fue notorio un brote de contagios causado por connacionales de altos ingresos, entre ellos importantes empresarios, que contrajeron el virus en las pistas de esquí en Colorado, además de varios casos que llegaron importados por viajeros desde Europa.