El Ministerio de Salud de Brasil confirmó que un brasileño de 61 años que viajó a Italia este mes se convirtió en el primer caso del nuevo coronavirus en Latinoamérica.
El hombre estuvo dos semanas en Lombardía, en el norte de Italia, en un viaje de trabajo, informó el Ministerio de Salud brasileño en una conferencia de prensa. Contrajo la enfermedad en Europa.
Las autoridades ya habían informado el martes por la noche que un primer test de laboratorio había dado positivo, pero esperaban la contraprueba para considerarlo confirmado.
“Vamos a ver cómo se va a comportar el virus en el hemisferio sur, en la situación de un país tropical, en pleno verano. Es un virus nuevo”, dijo el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta.
Estamos atentos e preparados para enfrentar as eventuais dificuldades🇧🇷. Mas, precisamos do apoio de todos. Evitar a criação e divulgação de notícias falsas é muito importante. https://t.co/ZdL4oYymGw
— Henrique Mandetta (@lhmandetta) February 26, 2020
Pese a que desde el comienzo del brote en China se registraron en Brasil y en la región decenas de casos sospechosos, todos habían sido descartados.
Mandetta definió a la enfermedad como una “gripe que se comporta de manera más agresiva”.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria trabaja en un mapeo de todos los contactos que tuvo el hombre con otras personas, tanto en el hospital y en su domicilio como en el avión que lo trajo de regreso a Brasil.
Según el Ministerio de Salud el hombre, un empresario que vive en Sao Paulo, comenzó a mostrar síntomas compatibles con la enfermedad como tos seca, dolor de garganta y gripe el 23 de febrero, dos días después de su regreso a Brasil.
Lombardía, el lugar donde habría contraído el virus, es el epicentro del brote en Italia, donde se registraron hasta el momento más que 200 casos confirmados y una docena de muertos.
Ante la sospecha de enfermedad, el Instituto Albert Einstein de Sao Paulo, donde el hombre recibió atención médica, realizó pruebas respiratorias que finalmente fueron positivas. El Instituto Adolfo Lutz, también en Sao Paulo, realizó la contraprueba que dio por confirmada la presencia del virus.
En estos momentos el paciente se encuentra estable y en aislamiento domiciliario en la capital paulista.
“Apenas acaben los síntomas dejará de estar aislado y volverá a su vida normal”, dijo José Ferreira, secretario de Salud de Sao Paulo.
Las autoridades dijeron que el hombre recibió a unos 30 familiares en su casa desde que regresó a Sao Paulo el viernes. Esas personas están bajo observación junto con los pasajeros del avión que lo trajo de regreso.
El ministro de Salud brasileño, por su parte, buscó evitar la alarma tras la primera confirmación de contagio.
“Nuestro sistema de salud ya pasó por epidemias respiratorias graves, vamos a atravesar esta situación invirtiendo en ciencia, investigación y claridad informativa”, dijo Mandetta.
Cuatro años atrás el gigante sudamericano estuvo bajo la lupa mundial por el descubrimiento del virus del zika, vinculado al aumento de casos de microcefalia y otras alteraciones en bebés. En un balance presentado en diciembre el gobierno brasileño reportó que la epidemia del zika causó 3.474 casos de anomalías congénitas en el país.
Brasil aumentó el miércoles a 20 el número de casos sospechosos de haber contraído el nuevo coronavirus, de los cuales 12 de ellos regresaron de Italia. Desde el comienzo del brote 59 casos han sido descartados.
Debido a la propagación de casos en el mundo, como medida preventiva Brasil había ampliado el lunes los criterios para el análisis de casos sospechosos. El Ministerio de Salud había determinado que ciudadanos que presenten fiebre y síntomas gripales provenientes de Italia y de otros ocho países debían ser considerados sospechosos de haber contraído el coronavirus.
En esa lista ya estaban, además de China, Japón, Singapur, Corea del Sur, Corea del Norte, Tailandia, Vietnam y Camboya. En todos los casos, se trata de países en los que la Organización Mundial de la Salud detectó al menos cinco casos de transmisión de la enfermedad.