Porque el gobierno irlandés ya está dejando atrás los prejuicios y mira hacia la igualdad
¿Te imaginas un país en su mayoría conformado por católicos y conservadores con un representante gay e hijo de inmigrantes? Pues esta nación se llama Irlanda.
Se trata de Leo Varadkar, quien fue electo este viernes como el representante del partido democristiano Fine Gael y quien asumirá el cargo de Primer Ministro una vez que se oficialice su nombramiento.
Aunque él mismo se declara de centro-derecha, su personalidad refleja la nueva y progresista Irlanda.
Pese a su formación en medicina, Varadkar fue elegido concejal cuando tenía poco más de 20 años y pasó a dedicarse completamente a la política al ser elegido diputado, en 2007. Actualmente es ministro de Protección Social, y ha ocupado otros puestos en el gabinete.
Sobre su homosexualidad, Varadkar aseguró que no será un asunto importante, tampoco espera que su pareja, el también médico Matt Barrett, lo acompañe en compromisos oficiales.
Que Irlanda sea tan tolerante - tal y como se demostró con la aprobación del referéndum del matrimonio homosexual en 2015- es objeto de debate, pero, en cualquier caso, la sociedad irlandesa es ahora más urbana, multicultural y secular que nunca.
Aunque sus preferencias era una situación que mantenía en secreto, el ahora próximo primer ministro decidió hacer públicas sus preferencias sexuales en aquel momento.
"Soy gay, no es un secreto, pero tampoco algo que todo el mundo sabía, y nunca había hablado públicamente de ello antes. No es algo que me defina: no soy un político medio indio, ni un político médico, ni un político gay. Es simplemente parte de mí, no es lo que me define. Supongo que es parte de mi carácter"
Varadkar sustituirá al dimisionario Enda Kenny y romperá tres moldes: será el jefe de gobierno más joven de la historia de la República de Irlanda -que se independizó del Reino Unido en 1922- y el primero abiertamente homosexual e hijo de inmigrante.
Sus cercanos han descrito a Varadkar como muy inteligente, pero tímido. También se ha ganado reputación de conservador directo y franco, lo que le ha valido alguna polémica.