Porque no es la primer manifestación xenofóbica de Rusia
La funcionaria rusa Tamara Pletnyova le pidió a las mujeres de su país que no tengan relaciones sexuales con los extranjeros que llegaron al país con motivo de la Copa Mundial de futbol.
“Deberíamos procrear a los nuestros”, dijo Pletnyova, del comité de Asuntos de Familias, Mujeres y Niños, en una entrevista a Govorit Moskva, una estación local de radio. Además, dijo que debería ser prioridad rusa construir una buena familia en que los padres vivan juntos, tengan hijos y los eduquen.
También comentó que el asunto tiene algo que ver con la raza de los extranjeros: “Está bien si son de una raza. No soy nacionalista, pero, de todas formas. Sé que los niños sufren, luego los abandonan y eso es todo, se quedan aquí con su mamá”.
Las declaraciones se dieron poco tiempo antes del arranque del Mundial de futbol que atrajo a miles de personas de más de 30 países distintos a Rusia, que es la sede de ésta edición del evento.
OTROS "PROBLEMAS"
Poco antes de la entrevista de Pletnyova, Alexander Sherin del Comité de Defensa Duma dijo que eventos deportivos como el Mundial presentan una variedad de amenazas.
Entre éstas incluyó la de las enfermedades infecciosas: “Talvez el cuerpo de un europeo reaccionará al contacto de gente de otros continentes”, dijo.
Sherin también expresó nerviosismo a que el evento mundialista signifique la propagación de “algunos tipos de narcóticos”, y clasificó éste riesgo como otra de las “agresiones psicológicas” del hombre occidental.
Varios miembros del parlamento británico le advirtieron a aficionados de la comunidad LGBTTTI que fueron al Mundial del riesgo que existe en Rusia en contra de las personas homosexuales y transgénero, agregando sus preocupaciones con hooligans rusos, manifestaciones de intolerancia, y la falta de organismos gubernamentales que busquen proteger a las víctimas de crímenes de odio.
En San Petesburgo, un grupo local llamado Coming Out fijó una línea de comunicación directa para preveer y asistir casos de ataques de odio contra homosexuales, pues no es la primera vez que un funcionario público del país emite comentarios intolerantes.
Antes de las olimpiadas de invierno del 2014, el alcalde de Sochi, la sede del evento, dijo que no había homosexuales en su ciudad, y aunque les extendió una invitación para que asistieran a los juegos, puso de condición que respetara “la ley rusa” y que no le impusieran sus “hábitos” a los demás.
