Porque el tiroteo estuvo impulsado por el discurso de odio y la supremacía blanca
El sábado 3 de agosto un estadounidense entró a un supermercado en El Paso, Texas, y disparó con un rifle contra los clientes del lugar, provocando la muerte de 22 personas hasta el momento, ocho de ellas mexicanos.
Todas las historias de las víctimas son igual de tristes, pero hay una que llamó la atención. Este es el caso de Jordan (25 años) y Andre Anchondo (24), pareja que murió abrazando a Paul, su bebé de tan solo dos meses de edad.
Tito Anchondo, hermano mayor de Andre, le dijo al diario Washington Post que su hermano y su esposa (Jordan) apenas tenían un año de casados. Ella tenía otras dos hijas (6 y 1 año) de relaciones anteriores.
Cuando Patrick Crusius, un joven de 21 años de Allen, entró al Walmart de El Paso, Texas, y disparó contra los clientes la pareja se abrazó para cubrir a su bebé.
Jordan y Andre estaban en el supermercado comprando útiles escolares para el regreso a clases de sus hijos. Además, también buscaban elementos decorativos para su nuevo hogar, según narró Tito Anchondo.
De acuerdo con su hermano mayor, Andre había puesto su propio negocio de materiales de construcción. Jordan se dedicaba a cuidar a los tres hijos.
Las autoridades estadounidenses informaron que Jordan murió el mismo sábado y Andre el domingo.
Elizabeth Terry, tía de Jordan, informó que el bebé se encontraba debajo del cuerpo de su madre embarrado con la sangre de ella.
El bebé solo resultó con dos dedos fracturados y ya se encuentra recuperándose en casa de sus familiares.
En internet hay una campaña para recaudar fondos para los familiares de las víctimas.