Porque lo que ocurra en la Trump Tower ya es asunto de seguridad nacional en Estados Unidos
Algún Santa Claus olvidó su bolsa de juguetes y encendió las alarmas en el cuartel general de Donald Trump.
Una mochila olvidada provocó la evacuación parcial de la Trump Tower, en Nueva York, este 27 de diciembre; sin embargo, el escuadrón antibombas rápidamente determinó que el paquete contenía juguetes para niños y era inofensivo.
Un video publicado en Internet muestra a varias personas corriendo por el vestíbulo del rascacielos de Manhattan mientras agentes de la policía no uniformados los dirigían hacia las salidas.
Luego de examinar la mochila, ubicada cerca de la entrada de Niketown, una tienda dentro del edificio, Stephen Davis, el vocero principal del Departamento de Policía de Nueva York, dijo que el escuadrón antibombas controló la situación alrededor de las 17:00 horas.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, vive en el rascacielos, donde también se ubican sus oficinas. Sin embargo, actualmente se encuentra en su propiedad de Mar-a-Lago en Florida.
Su recién designado secretario de prensa, Sean Spicer, tuiteó que las autoridades estaban "de regreso en el trabajo" tras la "falsa alarma".
Compradores y visitantes en el rascacielos describieron la caótica situación.
"Era una histeria", dijo Andy Martin, un joven de 16 años de Huntington, un suburbio de la Ciudad de Nueva York. "Los policías les pedían a gritos a las personas que salieran del lugar".
Maria Beckford, de visita en Nueva York desde su natal Londres, estaba en Niketown con su hijo de 13 años en busca de un par de zapatos de fútbol, cuando se les pidió que salieran de la tienda de manera urgente.
"Teníamos los zapatos en la mano, pero debido a lo sucedido tuvimos que salir", relató.
Además de ser la residencia y albergar las oficinas del presidente electo, Trump Tower contiene viviendas, restaurantes, comercios — y una recepción que por ley está abierta a los visitantes diariamente desde las 8:00 hasta las 22:00 horas.
La policía recibe alrededor de 42 reportes diarios de paquetes sospechosos, aunque ese número puede incrementar, por ejemplo, tras la explosión de una bomba de olla de presión en la Ciudad de Nueva York, la policía respondió a más de 800 reportes de "paquetes sospechosos".