Mujeres se manifestaron en la ciudad de Kabul en contra del veto a los salones de belleza luego de que el Talibán anunció su cierre en todo Afganistán.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad emplearon tanques de agua, pistolas aturdidoras y disparos al aire para disolver la protesta.
"Las fuerzas de seguridad de los talibanes ejercieron violencia contra nosotras, abrieron fuego, nos echaron agua, golpearon a las niñas y se llevaron sus teléfonos", dijo una manifestante en un video difundido por un grupo de activistas afganas en redes sociales.
A pesar de las prohibiciones y censura que existe en este país para las protestas, las inconformes portaron pancartas y gritaron consignas como "trabajo, comida, justicia".
La petición de las manifestantes busca revertir el cierre de los salones de belleza para mujeres en el país, una medida que ha destruido la fuente de ingreso o los pocos espacios de la sociedad donde la actividad de mujeres era todavía permitida.
La violencia contra las manifestantes fue criticada por la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), que mostró su preocupación por el deterioro de la vida y la seguridad de las afganas desde la llegada al poder de los talibanes.
"Los informes sobre la represión de una protesta pacífica de mujeres contra la prohibición de los salones de belleza, la última negación de los derechos de las mujeres en Afganistán, son profundamente preocupantes. Las afganas tienen derecho a expresar sus opiniones sin violencia", dijo la UNAMA en Twitter
A principios de julio, el Talibán anunció que todos los salones de belleza del país tenían un mes para liquidar sus negocios y cerrar sus puertas, lo que generó preocupación entre la comunidad internacional por el impacto de la medida en las mujeres empresarias.
La decisión se tomó, según el grupo, porque supuestamente las estéticas ofrecen servicios prohibidos por el Islam y provocan problemas económicos en las familias de los novios durante las celebraciones nupciales.
Fue el líder del Talibán, Hibatullah Akhundzada, quien propuso la medida y es la última contra los derechos y libertades de las mujeres y niñas afganas tras los edictos que les prohíben recibir educación superior, estar en espacios públicos y acceder a la mayoría de los empleos.
Las mujeres tampoco pueden trabajar para organizaciones internacionales, acceder a parques, jardines, gimnasios o baños públicos o viajar sin ir acompañadas de un familiar varón. También deben cubrirse integralmente al salir de casa.