Las ciudades de Estados Unidos azotadas por tormentas invernales que dejaron a millones sin electricidad durante días han cambiado una crisis por otra: las rupturas de cañerías provocadas por las bajas temperaturas han provocado escasez de agua potable, el cierre de aeropuertos y afectado la capacidad de los hospitales para trabajar en condiciones de sanidad.
Las autoridades texanas ordenaron a 7 millones de personas —un cuarto de la población del segundo estado más grande del país— que hiervan el agua corriente antes de beberla porque la baja presión puede permitir la infiltración de bacterias. Un hombre murió en un hospital de Abilene porque la baja presión del agua imposibilitó su tratamiento.
Unas 260 mil viviendas y tiendas del condado más grande de Tennessee, que incluye la ciudad de Memphis, recibieron la orden de hervir el agua debido a las rupturas de cañerías maestras y problemas en las estaciones de bombeo. Los restaurantes que no puedan hervir el agua o no tengan agua embotellada tienen prohibido dar servicio. El Aeropuerto Internacional de Memphis canceló todos los vuelos de pasajeros de este viernes.
En Jackson, Mississippi, la mayor parte de la ciudad de 161 mil habitantes estaba sin agua. Las cuadrillas bombeaban agua para rellenar los tanques, pero faltaban los productos químicos de potabilización porque el hielo en las rutas dificultaba la distribución, dijo el alcalde Chokwe Antar Lumumba.
“Conseguir más agua para nuestro sistema de distribución es un desafío extremo”, dijo Lumumba.
La municipalidad proporcionaba agua para los inodoros y para beber, pero los habitantes tenían que conducir para recogerla en determinados lugares, tarea también dificultada por el hielo y el frío.
Lisa Thomas dijo que la entrada de su cochera, en una cuesta, era una plancha de hielo. Su esposo, conectado a un desfibrilador y un monitor cardiaco, solo tenía medicamentos suficientes hasta el domingo porque ella no ha podido llegar a una farmacia.
Los problemas del agua son las penurias más recientes que enfrentan los vecinos después de días sin calefacción o electricidad porque las tormentas de hielo y nieve obligaron a los servicios públicos desde Minnesota hasta Texas a programar apagones para aliviar la presión sobre las redes.
Los operadores de la red en Texas dijeron este viernes que el sistema se ha normalizado por primera vez desde que la tormenta privó de electricidad a más de 4 millones de usuarios. Persistían apagones menores, pero el presidente del ERCOT, Bill Magness, dijo que la red tiene capacidad suficiente para abastecer todo el sistema.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha ordenado una investigación sobre la falla en la capital energética de Estados Unidos, mientras que los funcionarios de ERCOT defendieron sus preparativos y la decisión de realizar apagones desde el lunes.
Las tormentas también dejaron sin electricidad a más de 330 mil usuarios desde Virginia hasta Luisiana, y unas 71 mil en Oregon seguían soportando este viernes un apagón de una semana tras una enorme tormenta de hielo y nieve.
El clima extremo ha causado la muerte de al menos 60 personas, entre ellas un granjero de Tennessee que intentó salvar a dos terneros que aparentemente se metieron en un estanque congelado. Un número cada vez mayor de personas han perecido mientras trataban de mantenerse calientes.
El administrador en funciones de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, Bob Fenton, dijo que los equipos en Texas estaban distribuyendo combustible, agua, mantas y otros suministros.
“Lo que más me preocupa es garantizar que la gente se mantenga caliente”, dijo Fenton en 'CBS This Morning', e instó a las personas sin calefacción a ir a un albergue.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, dijo que los habitantes de la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos probablemente tendrán que hervir el agua corriente hasta el domingo o lunes.