La OTAN enviará 700 soldados más al norte de Kosovo para sofocar las violentas protestas luego de que los enfrentamientos con serbios dejaran 30 soldados internacionales heridos, anunció la alianza el martes.
La última violencia en la región ha despertado el temor de una reanudación del conflicto de 1998-1999 en Kosovo que se cobró más de 10.000 vidas, dejó a más de 1 millón de personas sin hogar y dio lugar a una misión de mantenimiento de la paz de la OTAN que ha durado casi un cuarto de siglo. .
Los enfrentamientos surgieron de una confrontación que se desarrolló la semana pasada después de que funcionarios de etnia albanesa elegidos en votaciones abrumadoramente boicoteadas por los serbios ingresaron a los edificios municipales para asumir el cargo. Cuando los serbios intentaron bloquearlos, la policía de Kosovo lanzó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Más violencia siguió el lunes cuando los serbios se enfrentaron con la policía y las fuerzas de paz de la OTAN.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que un batallón de reserva adicional estaría listo en caso de que se necesiten tropas adicionales.
“Estos son pasos prudentes”, dijo Stoltenberg, quien hizo el anuncio en Oslo luego de conversaciones con el primer ministro noruego.
La misión de mantenimiento de la paz liderada por la OTAN en la región se conoce como KFOR y actualmente consta de casi 3.800 soldados.
También el martes, las fuerzas de paz multinacionales de la KFOR utilizaron cercas de metal y barreras de alambre de púas para reforzar posiciones en una ciudad del norte que se ha convertido en un punto crítico. Las tropas sellaron el edificio municipal en Zvecan, donde los disturbios del lunes aumentaron las tensiones.
Una antigua provincia de Serbia, la declaración de independencia de Kosovo de 2008 no es reconocida por Belgrado. Los albaneses étnicos constituyen la mayor parte de la población, pero Kosovo tiene una minoría serbia inquieta en el norte del país que limita con Serbia.
Stoltenberg condenó la violencia y advirtió que las tropas de la OTAN “tomarían todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro para todos los ciudadanos de Kosovo”.
Instó a ambas partes a abstenerse de “comportamientos irresponsables adicionales” y regresar a las conversaciones respaldadas por la UE para mejorar las relaciones.
Estados Unidos y la mayoría de las naciones de la Unión Europea han reconocido la independencia de Kosovo de Serbia, mientras que Rusia y China se han puesto del lado de Belgrado. China expresó el martes su apoyo a los esfuerzos de Serbia para “salvaguardar su soberanía e integridad territorial”, y Moscú ha criticado repetidamente las políticas occidentales en la disputa.
En respuesta a la confrontación de la semana pasada, Serbia puso al ejército del país en estado de máxima alerta y envió más tropas a la frontera con Kosovo. Los serbios volvieron a protestar el lunes, insistiendo en que tanto los alcaldes de etnia albanesa como la policía de Kosovo deben abandonar el norte de Kosovo.
Los enfrentamientos empeoraron cuando los serbios intentaron ingresar a las oficinas municipales en Zvecan, 45 kilómetros (28 millas) al norte de la capital, Pristina. Se enfrentaron primero con la policía de Kosovo y luego con las fuerzas de paz internacionales.
En un mensaje de video emitido el martes por la noche, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, dijo que los alcaldes elegidos el 23 de abril “son los únicos que tienen la legitimidad para estar en los edificios municipales y al servicio de los ciudadanos”.
Los instigadores de la violencia han sido identificados, según el primer ministro, quien nombró a algunos empresarios serbios que obligan a sus empleados a protestar.
“En Kosovo, el poder se gana a través de elecciones, no con violencia y crimen”, dijo.
