En los últimos días ha crecido la polémica sobre la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo en junio, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que si el gobierno de Estados Unidos no invita a todos los países del continente, él no asistirá, lo que ha sido secundado por los mandatarios de Bolivia y Honduras.
El evento tendrá como sede Los Ángeles bajo el lema “Construyendo un futuro sustentable, resistente y equitativo”, sin embargo, el jefe de la diplomacia estadounidense para la región Brian Nichols, dijo a inicios de mayo que Cuba, Nicaragua y Venezuela no estarán invitados.
"En un momento clave en nuestro hemisferio, estamos enfrentando muchos retos para la democracia y Cuba, Nicaragua y Venezuela no respetan la Carta Democrática de las Américas y por lo tanto no espero su presencia", declaró Nichols, en una entrevista a la cadena NTN24.
Según el anuncio del Departamento de Estado norteamericano, el objetivo del evento sería promover el combate a la pandemia de COVID-19 y la recuperación “verde” de las economías, un manejo “integral” del fenómeno migratorio y la búsqueda de “un consenso hemisférico” respecto a los desafíos de la democracia como forma de gobierno en la región.
En la cumbre por la democracia, celebrada en Washington a finales de 2021, el gobierno estadounidense tampoco invitó a los tres países, que se sumaron a una ‘lista negra’ de naciones americanas conformadas por:
¿Cuál es el problema entre estas naciones? A continuación te lo explicamos.
CUBA
Las cumbres de las Américas se celebran bajo el patrocinio de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que expulsó a Cuba en 1962 por iniciativa de Estados Unidos, después de que Fidel Castro declarara el carácter socialista de la Revolución cubana.
Pero las diferencias entre ambas naciones son históricas: datan desde hace más de 120 años con la independencia de la isla tras la ocupación de España y después, en 1902 con el arrendamiento del territorio que aún hoy ocupa la base militar de Guantánamo.
Sin embargo, su punto más álgido fue durante la Guerra Fría, cuando a cambio de ayuda y protección, La Habana ofreció a Moscú un espacio para la instalación de misiles nucleares que podían amenazar objetivos clave del sur de Estados Unidos, instalaciones petroleras y puertos del país.
A esto se suma que pese a la caída de la Unión Soviética, Cuba mantuvo el comunismo.
De acuerdo con la BBC, "pese a que la cercanía geográfica les impone numerosos retos comunes y al restablecimeinto de las relaciones diplomáticas y el deshielo ocurrido entre los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro entre 2014 y 2017, Washington y La Habana no han logrado superar décadas de distanciamiento".
Además hay diferencias económicas por el embargo o bloqueo económico que surgió luego de que durante la Revolución Cubana, Cuba expropió empresas estadounidenses por una reforma agraria y porque EU redujo el pago a la importación de azúcar, por lo que Fidel Castro ordenó que se confiscarían propiedades proporcionalmente a las pérdidas económicas.
Para 1996, la Ley Helms-Burton, de 1996, estableció como requisito para iniciar el levantamiento del embargo económico que Cuba devuelva los bienes expropiados o pague as compensaciones correspondientes, lo que ha sido rechazado.
Al mismo tiempo, la emigración masiva de cubanos hacia el sur de Florida convirtió el tema de las relaciones con la isla en un asunto de política interna en Estados Unidos.
En 2009, la OEA levantó la sanción a Cuba, pero el Gobierno revolucionario ha rechazado su reincorporación a esta organización, al considerar que siempre ha sido un instrumento de dominación estadounidense.
El más reciente anuncio de exclusión ha sido catalogado como un "grave retroceso histórico" que iría en contra de los objetivos de concertación.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, criticó que desde Washington hay una presión ejercida sobre los gobiernos vecinos que se oponen a su postura.
"La intención de excluir a La Habana de la Cumbre obedecería a una maniobra políticamente motivada, como parte del doble rasero vinculado a la situación interna y electoral de Estados Unidos", dijo.
En 2015, Panamá sede de la VII edición, invitó al presidente Raúl Castro a participar, por primera vez en la historia y Cuba repitió su presencia en 2018, en Lima, Perú.
VENEZUELA Y NICARAGUA
El gobierno de Biden no reconoce a los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y Venezuela, Nicolás Maduro, por considerar que fueron reelegidos en comicios fraudulentos.
Al respecto, el primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, sostuvo que no hay ninguna razón que justifique la exclusión de esos países.
“Es EU ejerciendo su arrogancia, la arrogancia propia del imperialismo, solo con los que ellos se sienten cómodos. No quiere decir que alguno de los que esté allí sea, de alguna manera, servil al gobierno de Estados Unidos sino que, simplemente, no lo confrontan como la revolución bolivariana ha decidido confrontarlo desde hace muchísimo tiempo en lo político”, comentó, según reportó El Espectador.
La IX Cumbre de las Américas, que se celebrará en Los Ángeles del 6 al 10 de junio, será la segunda organizada por Estados Unidos después de la edición original en Miami en 1994. El objetivo principal es diseñar un pacto migratorio regional.