Porque este personaje fue parte central de la historia de América en los años 80
A unos meses de haber recuperado su libertad, el exdictador panameño Manuel Antonio Noriega falleció este lunes a los 83 años. ¿Quién fue y por qué será recordado en Panamá y el resto del mundo? Aquí te decimos.
UN CAMALEÓN SIN UNIFORME
Noriega, conocido como el Hombre Fuerte de Panamá, lideró la dictadura militar en dicho entre 1983-1989 y logró dejar huella en la historia, pero no para bien, pues fue acusado de varios crímenes como narcotráfico, el asesinato de opositores, así como de desaparición de personas.
Si algo caracterizó a Noriega fue su facilidad para tratar con distintos servicios secretos de países antagónicos... en plena Guerra Fría. Llegó a estar a sueldo de la CIA, pero todo iba a cambiar y de aliado fiel de Estados Unidos pasó a ser un enemigo vinculado al narcotráfico.
El expresidente estadounidense George H. W. Bush (1989-1992), antiguo director de la CIA, ordenó invadir Panamá el 20 de diciembre de 1989 para capturar a Noriega, en una operación conocida como Causa Justa, que oficialmente dejó 500 muertos pero que organizaciones no gubernamentales elevan a varios miles.
Derrocado tras esa cruenta invasión militar, Noriega, que se había refugiado en la Nunciatura, se entregó el 3 de enero de 1990. En Estados Unidos fue condenado a 40 años de prisión por narcotráfico y blanqueo de capitales, aunque cumplió menos de la mitad por buen comportamiento.
En 2010 fue extraditado a Francia por lavado de dinero, y en 2011 extraditado a Panamá, donde recibió tres condenas de 20 años, cada una por la desaparición y asesinato en 1985 del opositor Hugo Spadafora, así como del militar Moisés Giroldi, asesinado tras rebelarse contra él, y por la llamada masacre de Albrook, en la que varios militares murieron después de sublevarse ese último año.
También tenía otros casos pendientes por desapariciones cuando era jefe de la extinta Guardia Nacional y mano derecha del líder nacionalista Omar Torrijos, quien alcanzó el poder tras un golpe militar en 1968.
UNA HUELLA MACABRA
Pero Noriega siempre negó haber participado en crímenes.
"Bajo el nombre de Dios, no tuve nada que ver con la muerte de ninguna de estas personas. Siempre hubo una conspiración permanente contra mí, pero estoy aquí de frente, sin cobardía"
Pese haber acumulado poder y secretos, tanto de copartidarios como de opositores, el militar ya no tenía influencia política y nunca reveló la información que acumuló.
Noriega pidió "perdón" en 2015 a "toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones".
"Todo lo puso al servicio de los cárteles del narcotráfico. Para mí esa es la huella más macabra y desagradable" que deja, dijo recientemente el general Rubén Darío Paredes, a quien Noriega remplazó al frente de la Guardia Nacional.
"Conocí a Noriega cuando yo era teniente y él subteniente", agregó. Era "muy atento y normal, correcto, disciplinado, decente, pero ese hombre cuando ya llega a general definitivamente era otro. El poder lo desfiguró, lo corrompió", añadió.
EL CIERRE DE UN CAPÍTULO
"Muerte de Manuel A. Noriega cierra un capítulo de nuestra historia; sus hijas y sus familiares merecen un sepelio en paz", tuiteó el presidente panameño Juan Carlos Varela.
Muerte de Manuel A. Noriega cierra un capítulo de nuestra historia; sus hijas y sus familiares merecen un sepelio en paz.
— Juan Carlos Varela (@JC_Varela) 30 de mayo de 2017
El abogado de Noriega, Ezra Ängel, pidió en tanto "respeto a la intimidad de sus familiares en estos momentos de dolor". El gobierno panameño no tiene programado ningún acto por esta muerte y las televisiones siguen con su programación regular.
El exhombre fuerte de Panamá había sido operado el pasado 7 de marzo de un tumor benigno en el hospital público Santo Tomás de la capital panameña, pero después de la cirugía tuvo un sangrado cerebral, por lo que volvió a ser intervenido. Tras dos operaciones en ocho horas quedó en estado crítico, del que ya no saldría.
Noriega había salido temporalmente el 28 de enero de la prisión El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, para operarse.