"Le dolía mucho toser y le costaba recuperar el aliento", recordó el señor Robert Thomas luego de que su hijo, Quenten Thomas, de 27 años y padre de tres pequeños, muriera por una gripe que se complicó.
De acuerdo con NBC News, la dificultad para respirar envió a Quenten Thomas de Marysville, Tennessee, al hospital la semana pasada. Este joven padre, normalmente enérgico y extrovertido, no podía llevar suficiente aire a sus pulmones.
Al principio, el nosocomio envió a Quenten Thomas, quien no había recibido la vacuna contra la gripe esta temporada, a casa para que se recuperara con agua, comida y sueño, dijo su padre. Pero sus niveles de oxígeno seguían bajos y todavía sentía dolor, así que regresó.
Esa vez, los médicos tomaron sus síntomas más en serio, pero su condición rápidamente se agravó.
"Los conectaron a un ventilador y finalmente los dejaron en coma", dijo Robert Thomas, supadre. Quenten murió el 6 de enero de 2024, dejando atrás a una hija de 8 años, así como a un niño de 11 meses y una pequeña de 1 mes.
En lo que va de temporada de gripe, en Estados Unidos han muerto unas 9 mil 400 personas, se han producido 150 mil hospitalizaciones y 14 millones de enfermedades. En la primera semana de enero, los CDC contabilizaron 13 muertes infantiles relacionadas con la gripe, lo que eleva el total a 40 muertes pediátricas en lo que va de temporada.