Quince años después de lo planeado, la visión de Richard Branson para el turismo espacial se convirtió en realidad este jueves 29 de junio.
Virgin Galactic Holdings envió a seis personas al borde del espacio y de regreso. Ofrecerá a los pasajeros que pagan varios minutos de ingravidez durante la misión de investigación de 90 minutos desde Nuevo México.
Es un hito crucial para la compañía, que fue iniciada por Branson en 2004 y esperaba llevar turistas al cosmos ya en 2008. A lo largo de los años, Virgin Galactic ha sufrido múltiples accidentes fatales, investigaciones regulatorias, juicios y otros contratiempos.
La compañía, que durante mucho tiempo se autodenominó como la primera línea espacial comercial del mundo, también ha visto a sus competidores SpaceX y Blue Origin LLC comenzar primero sus propias versiones de servicio de pasajeros.
“Esto es un gran problema, ¿verdad? Es para lo que fuimos fundados”, dijo Mike Moses, presidente de misiones y seguridad de la línea espacial de Virgin Galactic, en una entrevista. “Al mercado le hubiera encantado que voláramos antes. A nuestros clientes les hubiera encantado que voláramos ahora. Pero ahora estamos listos”.
Si todo va según lo planeado con su último lanzamiento, Virgin Galactic espera pasar pronto a una cadencia regular de vuelos comerciales mensuales, lo que generará los ingresos que tanto necesita. La compañía ha perdido cientos de millones de dólares cada año desde que se hizo pública en 2019 y generó solo ventas nominales.
Su valor de mercado, que una vez rondaba los 14 mil millones de dólares en 2021, cayó por debajo de los 900 millones de dólares a principios de este año. Sus acciones se han recuperado modestamente a medida que la empresa se prepara para demostrar su modelo de negocio, cerrando el miércoles a 4.74 dólares cada una, valorando la empresa en 1.300 millones de dólares.
“Es virtualmente imposible tener un negocio de lanzamiento saludable que no se lanza regularmente”, dijo Caleb Henry, director de investigación de la firma de asesoría espacial Quilty Analytics. “Si no puede realizar lanzamientos regulares, entonces no puede amortizar el costo de su costoso vehículo de lanzamiento en múltiples misiones”.
El vuelo del jueves, llamado Galactic 01, llevó a varios miembros de la Fuerza Aérea Italiana en una misión de investigación, brindándoles una rara oportunidad de realizar experimentos y probar cargas útiles en un entorno espacial. El evento se transmitió en vivo a partir de las 11am, hora de Nueva York, desde una instalación cerca de la ciudad de Truth or Consequences, Nuevo México, a unas 150 millas al sur de Albuquerque.
Los pasajeros incluyen a Walter Villadei y Angelo Landolfi de la fuerza aérea de Italia, así como a Pantaleone Carlucci, ingeniero del Consejo Nacional de Investigación de Italia. A ellos se unirán el empleado de Virgin Galactic Colin Bennett y dos pilotos.
El vehículo principal de la compañía es su VSS Unity, que se eleva bajo el ala de un inusual avión portaaviones de fuselaje doble llamado VMS Eve. Una vez que la pareja alcanza una altitud de 46 mil pies, el avión espacial se separa y enciende un motor de cohete híbrido, propulsándolo al espacio suborbital.
Se espera que la nave alcance una altura justo por encima de las 50 millas, donde la tripulación pueda ver la curvatura de la Tierra desde la oscuridad del espacio, antes de deslizarse de regreso a la pista.
Virgin Galactic ha tenido grandes ambiciones para este modelo de vuelo espacial. En sus primeros días, la compañía tomó depósitos de nombres de la lista A, incluidos Ashton Kutcher, Justin Bieber y Leonardo DiCaprio. Los boletos costaron inicialmente un cuarto de millón de dólares cada uno antes de subir.
Pero Virgin Galactic enfrentó serios contratiempos durante el desarrollo. En 2007, tres empleados de Scaled Composites, un contratista iniciado por el empresario aeroespacial Burt Rutan, murieron durante una prueba de motor para el avión espacial de Virgin Galactic.
En 2014, un piloto murió y otro resultó herido cuando un vehículo de Virgin Galactic se estrelló durante un vuelo de prueba. La compañía reconoció que algunos clientes cancelaron reservas luego de ese accidente por varias razones.
Aún así, Moses dijo que la mayoría de los clientes se han quedado. “Estas personas han sido pacientes durante mucho tiempo”.
Virgin Galactic marcó un hito importante en 2018, cuando llegó al espacio por primera vez, enviando dos copilotos a una altitud de 51 millas. Desde entonces, ha enviado varias misiones de prueba tripuladas más al espacio.
En 2019, la empresa se hizo pública a través de una fusión inversa con una empresa de adquisición de propósito especial, capitalizando el auge de los cheques en blanco para recargar sus arcas. En ese momento, Virgin Galactic pronosticó un inminente inicio de operaciones comerciales y que estaría volando a más de 1.500 clientes al año para 2023.
